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Sistema Preconceptual

Sistema Preconceptual

Propuesta de procedimiento para la promoción e investigación de los procesos de Desarrollo Humano.

Ricardo H. Serrano

Introducción

A todo ser humano le ha tocado vivir en un lugar y en un momento histórico determinado (en un tiempo y en un espacio particular). Las peculiaridades de su modo de percibir, sentir, pensar y actuar están fuertemente influidas por las características del ambiente que le tocó vivir a lo largo de las diferentes etapas de su desarrollo.

Dentro de los diversos aspectos que determinan la existencia del ser humano, existe un margen de libertad, en el cual puede re-orientar su destino. Este margen de libertad puede ampliarse o reducirse dependiendo de los recursos (mentales y materiales) con que cuente, sustentados por su deseo.

De tal manera, su existencia puede convertirse en una reproducción casi exacta de la programación familiar y social que recibió, reduciendo así su margen de libertad. O puede también conocerse mejor, mediante un proceso de integración personal que le permita, con sentido crítico, re-diseñar y re-orientar su existencia (en la medida de sus posibilidades) hacia un destino que responda a su parte más genuina, a su discurso verdadero[1].

El Sistema Preconceptual ofrece (a la persona interesada en utilizarlo) un conjunto de estrategias encaminadas a lograr un mayor conocimiento de sí mismo, tales como las formas “automáticas” en que reacciona a ciertas situaciones, los obstáculos internos que generalmente se le presentan cuando quiere desarrollar una nueva conducta y/o actitud, y los eventos o factores que impactan positivamente su autoestima. Asimismo proporciona estrategias orientadas a descubrir y construir su discurso verdadero: lograr una mejor integración de sus recursos y potencialidades que le permitan vivir en forma más plena y satisfactoria.

La característica fundamental del Sistema Preconceptual es que no está acabado, sino que se va construyendo y modificando en la medida en que se incorpora a la particularidad de la existencia de quien lo utiliza. De tal manera, con el correr del tiempo, las estrategias y procedimientos que se proponen inicialmente pueden desaparecer y ser suplantadas por otras que resulten más funcionales y precisas.

¿Porqué el nombre de “Sistema Preconceptual”? Este término, contiene en sí mismo una contradicción que, a su vez, es su motor: se entiende por sistema una instancia de interconexión de todos sus elementos, que es susceptible de descripción y explicación, es decir, a ser contenido en un concepto. Por otra parte el prefijo “pre” de pre-conceptual se refiere al proceso de nacimiento de “algo” que no aspira a fijarse en un concepto unívoco, sino que es la manifestación de una dimensión que se resiste al lenguaje pero que a su vez es fuente de todo significado.

El elemento sustantivo del Sistema Preconceptual está en lo preconceptual, debido a que el concepto tiende a cerrar, a concluir, a definir una idea, y lo preconceptual se refiere a los elementos que permiten construir un concepto pero que aun no lo hacen, de tal manera que lo preconceptual nos remite al proceso mismo de creación, a la actividad creadora; no a sus obras o resultados. Al poner atención al proceso creativo y no a los resultados, la creatividad sigue avanzando a un destino indeterminado. En ese caminar se van generando intuiciones, ideas, preproyectos que, en un segundo momento (posteriormente), pueden ser sistematizados: analizados y ordenados de acuerdo con sus contenidos. Ahí es donde cobra importancia el Sistema el cual, con su carácter conceptual, jerarquizador y esquematizador no interfiere en el primer momento creativo sino, al contrario, ofrece en forma clara y sintética lo producido de tal manera que pueda ser comunicado y utilizado para fines prácticos y concretos.

El Sistema Preconceptual es un complemento de los “Fundamentos para un Modelo de Desarrollo Humano Comunitario”[2]. Los fundamentos hacen referencia al “qué” y el Sistema Preconceptual al “cómo”. El “qué” se refiere a los elementos teóricos y filosóficos que deben tomarse en cuenta en la construcción del modelo y el “cómo” hace referencia a los procedimientos para la promoción e investigación de los procesos de desarrollo humano, así como a la generación de nuevos conocimientos que desplacen y/o fortalezcan al “qué”: a los fundamentos del Modelo.

Objetivos:

 

  • Favorecer la integración personal: incrementar la satisfacción personal así como un sentido de vida más definido.
  • Generar conocimiento.

 

Características de los objetivos:

 

  1. a) Integración personal.

Se entiende por integración personal a la experiencia interna de estar cohesionado, de unificación de los diferentes elementos que nos constituyen como seres humanos; de sentirnos personas con capacidad de orientar la propia vida así como de operar eficazmente en el entorno inmediato. Un elemento constitutivo de la integración personal es el concepto de creación de sí mismo: el partir del principio que no somos un producto acabado sino que, por medio de la formación, nos vamos creando hacia una meta que ni nosotros mismos conocemos con cabalidad y que en ciertos momentos intuimos como posibilidad.

  1. b) Generar conocimiento.

Cuando se aborda el tema del conocimiento generalmente nos remitimos a lo que han declarado ciertas personas ampliamente reconocidas. Si bien es fundamental conocer nuestra tradición cultural, el repetir solamente lo que otros dijeron nos convierte en meros “mensajeros” y en el mejor de los casos, en eruditos sobre cierta materia. Cuando nos referimos a generación de conocimiento lo estamos tomando como equivalente a pensar por nosotros mismos, a aprender a pensar. ¿Por qué aprender a pensar? ¿Acaso no sabemos pensar? Desafortunadamente nuestro sistema educativo y social en general no favorecen esa actividad. Se parte del principio que la sabiduría ya está consignada en los escritos de los “grandes maestros” y sólo tenemos que sumergirnos en ella y convertirnos en mensajeros o eruditos. ¿Qué podemos aportar nosotros, simples mortales comparados con las aportaciones “imperecederas” de los iluminados? Paradójicamente, nunca podremos dar cuenta de las complejas teorías socialmente reconocidas si no las asimilamos a partir del propio estilo de pensamiento. Necesitamos traducir el discurso del otro a nuestros propios esquemas comprensivos, para posteriormente (y en algunos casos simultáneamente) encontrar el sentido del discurso del otro. Es decir, tenemos que ejercitar el propio proceso de pensamiento. A partir de dicha comprensión podemos encontrar similitudes y diferencias entre diversos pensadores, tomar partido y lo más importante: construir nuestra propia postura que, en diversos grados, toma lo dicho por otros como “materia prima” para las propias reflexiones. Es importante mencionar que los autores con quienes podemos establecer comunicación no se limitan al discurso teórico, científico, o filosófico sino que quizás es aun más importante el diálogo con figuras de la literatura que, por su lenguaje coloquial y en muchos casos más sabio que el teórico, se prestan más para favorecer los procesos de pensamiento.

¿Acaso para aprender a pensar se requiere conocer lo que algunas grandes personalidades han dicho? La existencia humana es demasiado corta como para recorrer el camino de muchos otros. No podemos partir de cero. La gran ventaja de los textos es que podemos tener acceso a las conclusiones existenciales de personajes mejor dotados que nosotros mismos en los aspectos intelectuales, emocionales y éticos, lo que puede favorecer nuestro proceso de formación; tratar de escarmentar no en cabeza ajena sino en la propia, al apropiarnos en la medida de lo posible de las vivencias de otros. Podemos aprender a pensar sin el conocimiento del pensamiento de grandes personalidades pero, al hacerlo así, careceríamos de los elementos para una generación de conocimiento y una creación de sí mismo más ambiciosa y profunda. Por otra parte, difícilmente podemos aprender a pensar en forma aislada. Necesitamos discutir con otros lo comprendido de ciertos textos. Muchas veces lo que una persona comprende difiere sustancialmente de lo comprendido por otros. En la discusión no sólo se conoce lo que diversas personas comprendieron sino que, mediante el proceso de confrontación de diversas posturas, se genera nuevo conocimiento que se refuerza con el diálogo con uno mismo y principalmente, con el desarrollo de la valiosa capacidad de aprender a escuchar nuestros propios pensamientos. Por lo anterior podemos afirmar que, para aprender a pensar, a escuchar nuestros pensamientos, tenemos que establecer un diálogo con los autores y colegas que cada uno de nosotros elijamos.

Elementos del Sistema Preconceptual.

El Sistema Preconceptual está compuesto por cuatro elementos: un procedimiento y tres subsistemas.

  1. Procedimiento Hermenéutico.
  2. Subsistema Operativo.
  3. Subsistema Conceptual.
  4. Subsistema de Retroalimentación al Sistema Preconceptual.

Introducción a los cuatro elementos del Sistema Preconceptual.

El Procedimiento Hermenéutico es el elemento central del Sistema Preconceptual. A partir de él se derivan los tres subsistemas. En el Procedimiento Hermenéutico está contenido el aspecto preconceptual del sistema, mediante el cual se busca tener acceso a la actividad creativa.

El Subsistema Operativo está relacionado con la organización de las actividades cotidianas tanto laborales como personales. Se busca atenderlas, de acuerdo con su urgencia y prioridad, con la intención de cubrir dos objetivos. El primero tiene que ver con la eficacia, con tener un buen desempeño y el derivar satisfacciones de la tarea cumplida. El segundo objetivo consiste en que, al no tener pendientes inmediatos en puerta, permite desarrollar los otros tres componentes del Sistema Preconceptual.

El Subsistema Conceptual está íntimamente relacionado con la construcción de un esquema de ideas plenas de sentido que permite articularlas con otras más en forma sistemática y que, en su conjunto, dan cuenta de la pasión y sentido de vida de su creador. Gracias al esfuerzo de construcción del propio subsistema conceptual, el autor puede comunicarlo mediante su discurso y sus escritos. A pesar de ser un discurso pleno de sentido, mantiene el carácter de subsistema porque los conceptos, por más acabados que sean, no dan cuenta de la peculiaridad total de vivencia que está contenida (y en algunos casos apenas esbozadas) dentro del procedimiento hermenéutico.

El Subsistema de Retroalimentación al Sistema Preconceptual consiste en ofrecer una crítica permanente al Sistema Preconceptual. Este subsistema es el que permite mantener con vida al Sistema Preconceptual al evitar que se esclerotice, que se convierta en obsoleto. Tanto los nombres como los contenidos de los elementos que constituyen al Sistema Preconceptual son provisionales, se mantienen mientras no surjan otros elementos más adecuados para el cumplimiento de sus objetivos.

Descripción de los cuatro elementos del Sistema Preconceptual

  1. Procedimiento hermenéutico

El procedimiento hermenéutico está basado en la hermenéutica filosófica. Para poder describir el procedimiento y poder captar su peculiaridad, es necesario contextualizarlo.

La hermenéutica filosófica surge dentro del movimiento del romanticismo alemán a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX, como reacción al monopolio ideológico representado por la ilustración que postulaba a la razón, a la conciencia, al intelecto, como el único medio para dar cuenta del ser humano y del mundo en general. Si la razón es la “reina”, lo irracional, lo pasional, lo inconsciente no tiene “razón de ser”; hay que combatirlo, erradicarlo, evitarlo con todos los medios al alcance. El romanticismo recupera lo marginal, lo que el pensamiento ilustrado desecha como basura y a partir de estos retazos excluidos, pretende recuperar la dignidad humana. La máxima de Pascal: “el corazón tiene razones que la razón desconoce” anticipa las aspiraciones del romanticismo.

Nietzsche (1871/ 2003) va mas allá de las críticas que el romanticismo le hace a la ilustración. Considera que el predominio de la razón y el desprecio por lo pasional no surgió en la ilustración, sino que tiene un origen mucho más antiguo. Lo ubica en el nacimiento del pensamiento occidental moderno: en Sócrates. En el pensamiento popular griego anterior a Sócrates existía una gran valoración de la experiencia de embriaguez y a la dimensión pasional de la existencia. Se concebían como la fuente de la inspiración, la creatividad, la felicidad, el éxtasis, la plenitud y también de la tragedia, del dolor y la muerte. Es decir, de la existencia humana en su totalidad. Con Sócrates se da una inversión de los valores. La sabiduría popular griega es profundamente trastocada ya que esta sostenía que hay que ser feliz para ser bueno y Sócrates lo invirtió con la sentencia de que “debemos ser buenos para ser felices”. La dialéctica socrática pretende dar cuenta del ser humano y del mundo a partir de la razón, a costa de suprimir los impulsos pasionales. “Debemos ser buenos para ser felices”. ¿Qué pasa con todos los impulsos suprimidos, negados, reprimidos? El Psicoanálisis nos muestra el precio que se paga: miseria humana, frustración, rencor, somatización y psicopatología. Nietzsche (1888/2001) señala que existen dos tipos de verdades: la “verdad pequeña de la razón” y la “gran verdad del cuerpo”. Debemos aprender a escuchar los sabios susurros del cuerpo. Lo que es bueno para la vida, lo que la fomenta, lo que aumenta su fuerza, es lo verdadero. Para Heidegger (1927/1993) la voz de la conciencia hace referencia no a la conciencia racional sino a la conciencia existencial que emerge de los profundos abismos del ser. Rogers recupera algunas de esas ideas a través de representantes de la fenomenología, el organicismo y el existencialismo europeo y lo plasma en el concepto de “sabiduría organísmica”; el organismo es sabio, en él existe una tendencia natural al desarrollo, debemos confiar en él. Cuando el ser humano funciona con apertura y en forma no defensiva, cuando fluye en su experiencia organísmica, es capaz de captar en forma prelógica e intuitiva la realidad oculta y de dar sentido a fenómenos desconectados. De acuerdo con Rogers ese tipo de aproximación a la propia vivencia, además de favorecer el desarrollo del propio potencial, se convierte en el más fino instrumento científico (Rogers en Gondra 1981).

El procedimiento hermenéutico pretende acceder a la dimensión pasional, al deseo como fuente de creatividad así como de sufrimiento. ¿Por qué sufrimiento? Nuestra mentalidad occidental generalmente no está dispuesta a pagar el precio del crecimiento personal. Todo nuevo conocimiento atenta contra lo familiar, lo conocido y lo cómodo. Las nuevas ideas amenazan nuestra tranquilidad, nos angustian, nos hacen penar y al recorrer ese camino salimos fortalecidos. ¿Cómo acceder a ese mundo largamente reprimido y negado? En muchos casos se requiere de psicoanálisis, psicoterapia o procesos de orientación personal, así como de espacios grupales de discusión teórico-vivencial y lo que es más importante, el “ser fiel a sí mismo”, el seguir las intuiciones profundas que nos marcan los caminos por recorrer.

Ahora bien ¿qué es el procedimiento hermenéutico? Es la forma natural en que se despliega el pensamiento. Es un diálogo interno, un diálogo donde debe intervenir lo menos posible nuestro yo racional. Es un diálogo entre diversas ideas que a nuestro yo racional le pueden parecer absurdas o con falta de sentido y coherencia; por eso debemos evitar la participación de la razón para que no sabotee el proceso puesto que, con su ojo crítico y juicioso, se convierte en el aguafiestas.

El procedimiento hermenéutico está relacionado con la propuesta de Heidegger (1954/1994) de aprender a pensar; de aprender a escuchar nuestros pensamientos sin interferir en ellos. No se puede forzar el proceso de pensamiento, debemos aguardar, estar a la espera a que aparezca “lo digno de ser pensado”. Es parecido a la inspiración, que llega y se va sin poder incidir directamente en ella. Lo que sí podemos hacer es estar preparados para que cuando aparezca podamos aprovecharla. El procedimiento hermenéutico está basado en la fenomenología ontológica de Heidegger, en movernos al ritmo de la propia vivencia sin interferir en ella (Heidegger en Xolocotzi 2004).

Aplicación práctica del Procedimiento Hermenéutico:

La propuesta concreta y práctica para aprovechar el pensamiento creativo mediante el procedimiento hermenéutico consiste en contar con formas de registro tales como una grabadora, hojas de papel y/o una hoja de texto de computadora. Esta última es la más adecuada, (por la versatilidad y funcionalidad de los programas de cómputo) de tal manera que, cuando nos sintamos con disposición de hacerlo, nos pongamos a escribir las ideas que pasen por nuestra mente. Generalmente las ideas aparecen en forma aislada (en esos casos puede ser útil una grabadora); es importante registrarlas porque, de no hacerlo, muy probablemente caigan en el olvido. Existen otros momentos privilegiados donde podemos “montarnos” en el flujo de pensamiento creativo. Es importante aprovechar al máximo esas oportunidades. En esos momentos, cuando se está escribiendo una idea, de repente puede surgir otra. Es conveniente interrumpir la primera para continuar con la siguiente. Lo importante es mantenernos en el flujo del pensamiento, no detenernos en ninguna idea en particular. Hay momentos en que varias ideas se agolpan en forma simultánea. En esos casos es inevitable que tengamos que escoger alguna con el riesgo de perder a las demás. No es conveniente regresar a las que dejamos atrás a menos que el flujo natural de pensamiento nos lleve a ellas. Si son realmente importantes muy probablemente estas aparecerán posteriormente. Hay momentos en que el flujo de pensamiento se detiene. Esto puede deberse a que el momento de “inspiración” ha pasado y/o que involuntariamente nuestro flujo de pensamiento se detuvo debido a que el pensamiento racional tomó el mando y saboteó el proceso. Podemos aprovechar esos momentos para revisar lo escrito y ahora sí, auxiliado con el pensamiento racional, analizar el texto, seleccionar lo que vale la pena y si hay algo muy importante, derivarlo a un apartado especialmente diseñado para ello. Aquí es donde entran en escena los tres subsistemas: el Operativo, el Conceptual y el de Retroalimentación al Sistema Preconceptual.

En la parte inmediatamente posterior de la hoja de texto de cómputo donde se está registrando la vivencia (procedimiento hermenéutico), se escribe un subtítulo en mayúscula con el término: PENDIENTES. Debajo de este subtitulo se escribirían los pendientes que surjan en el momento que se está dando el flujo de pensamiento. Los subsistemas son el equivalente a un archivero donde se ordenan en forma sistemática las diversas ideas de acuerdo a su contenido.

  1. Subsistema Operativo.

El Subsistema Operativo consiste en un registro que permite dar seguimiento a los pendientes y actividades cotidianas tanto laborales como personales.

El Subsistema Operativo cuenta con los siguientes hipervínculos[3]:

  1. Pendientes Generales
  2. Actividades Urgentes Importantes
  3. Actividades Importantes no Urgentes
  1. a) Pendientes Generales:

Como se mencionó, en la parte posterior al lugar donde se esta registrando el procedimiento hermenéutico aparece el subtitulo de PENDIENTES, donde se registran los pendientes que surgen en el momento que se está dando el flujo de pensamiento. Posteriormente se procede a clasificarlos en la hoja de registro correspondiente, de acuerdo con su contenido.

  1. b) Actividades Urgentes Importantes:

En esta hoja se registran las actividades que requieren inmediata atención por su carácter urgente.

  1. c) Actividades Importantes no Urgentes:

En este apartado se anotan los pendientes más importantes pero que no requieren atención inmediata. Es importante trabajar en esas actividades para evitar que se conviertan en urgentes ya que, cuando esto sucede por la premura de tiempo, implican un innecesario desgaste personal y el riesgo de que, por la prisa, se sacrifique la calidad del producto.

  1. Subsistema Conceptual.

Este subsistema está orientado a sistematizar los contenidos que cubren los dos objetivos del Sistema Preconceptual (integración personal y generación de conocimiento) mediante el análisis y síntesis de los productos del Procedimiento Hermenéutico. El subsistema conceptual se encarga de registrar y sistematizar elementos de autoconocimiento, así como ideas plenas de sentido.

Mucha gente opina que no le gusta o que no sabe escribir. Generalmente se considera que la escritura es una simple habilidad práctica ligada a la redacción. Se desconoce que, para llevar a cabo esa actividad, se requiere desplegar una serie de recursos personales relacionados con la memoria, el análisis y la síntesis, que al realizarla en forma honesta y con apertura abre la posibilidad de lograr una verdadera creación de sí mismo: la resignificación de su pasado y la construcción de un proyecto acorde con sus más profundos anhelos. El sistema conceptual está compuesto por dos estrategias de análisis y una estrategia de síntesis. La primera estrategia de análisis está orientada a la recuperación de elementos de autoconocimiento y la segunda aborda los aspectos reflexivos y teóricos. La estrategia de síntesis genera nuevos conocimientos mediante la integración de los elementos de autoconocimiento, reflexivos y teóricos.

Registros de la estrategia analítica de autoconocimiento:

  1. a) Estado actual
  2. b) Análisis del bloqueo
  3. c) Recursos reforzadores
  4. d) Patrones básicos
  1. a) Estado actual

Es el registro descriptivo del estado físico y emocional presente en la persona, así como de su deseo predominante. Es conveniente que el estado actual se registre diariamente, con fecha y hora, para poder identificar aquellos eventos que nos provocan los diferentes estados psicoafectivos. Estos estados son fundamentales en nuestra existencia, ya que influyen fuertemente en nuestro quehacer diario: un estado de seguridad y autoestima facilita nuestra tarea, mientras que un estado depresivo generalmente la obstaculiza. Ejemplo: me siento satisfecho, energizado y un poco cansado, con ganas de trabajar y compartir con tal persona lo que he estado haciendo. Mi cansancio se debe a un reciente desvelo y creo que mi estado actual se debe a que por fin concluí ayer un trabajo que había venido posponiendo. Los análisis que se realicen de los registros del estado actual proporcionan elementos para desarrollar los registros que se describen a continuación.

  1. b) Análisis de bloqueo.

Cuando se pretende desarrollar una nueva conducta y/o actitud, invariablemente surgen obstáculos internos que dificultan que se incorporen esos nuevos elementos a la personalidad. En el ser humano existe una tendencia a mantener las conductas y estilos de funcionamiento habituales y una resistencia a lo novedoso. El Análisis del bloqueo es un registro en el cual se describen los obstáculos internos (sentimientos, emociones, fantasías, etc.) que surgen al tratar de incorporar una nueva conducta y/o actitud a la propia personalidad, con la finalidad de identificar las resistencias al cambio, familiarizarse con ellas y aprender a vencerlas y manejarlas. Ejemplo: quiero incorporar el Sistema Preconceptual a mi vida diaria; generalmente inicio la semana utilizándolo y al segundo o tercer día se me olvida o no me dan ganas de desarrollar el Procedimiento Hermenéutico y realizar los registros correspondientes; me resulta más cómodo seguir con mi estilo habitual de comportamiento. ¿Cómo puedo salvar este obstáculo? Creo que si trabajo solamente los apartados que me resultan interesantes, posteriormente podré incorporar por gusto los demás apartados, o podré modificarlos de acuerdo con mis necesidades.

  1. c) Recursos reforzadores.

Los recursos reforzadores son los eventos o actividades que favorecen que la persona se sienta con mayor autoestima, valía, vitalidad, buen humor y demás sentimientos que permiten que la persona “funcione” de una forma óptima. Ejemplo: hacer ejercicio, realizar alguna lectura en particular, escribir, dibujar, escuchar música de su preferencia, platicar con cierta persona, etc. Los recursos reforzadores son muy útiles para contrarrestar estados psicoafectivos negativos, provocados por diversas situaciones así como para contar con la vitalidad necesaria para trabajar en el Sistema Preconceptual.

  1. d) Patrones básicos.

Los patrones básicos son las formas “automáticas” de reacción. También se les denomina rasgos de carácter. Son formas de comportamiento personales que aparecen invariablemente ante ciertas situaciones. Existen patrones básicos negativos que obstaculizan el desarrollo de la persona. Así mismo hay patrones básicos positivos que favorecen su desarrollo. Ejemplo de negativos: soy muy desorganizado, generalmente inicio un nuevo proyecto con mucho entusiasmo pero al poco tiempo pierdo el interés. Ejemplo de positivos: me gusta profundizar en los temas de mi interés, tengo sentido crítico. La importancia de identificar los patrones básicos es que nos permiten conocer nuestras fortalezas y debilidades, y así podemos optar por profundizar nuestras fortalezas, “desatorar” nuestras debilidades o bien meramente conocernos sin realizar ningún cambio propositivo, aunque el autoconocimiento provoca cambios por sí mismo. La actividad que ayuda a “desatorar” los patrones básicos negativos es análisis del bloqueo, que, como se mencionó, es un registro en el cual se describen los obstáculos internos (sentimientos, emociones, fantasías) que surgen al tratar de incorporar una nueva conducta y/o actitud a la propia personalidad, con la finalidad de identificar las resistencias al cambio, familiarizarse con ellas y aprender a vencerlas y manejarlas.

Registros de la estrategia analítica reflexiva y teórica:

  1. a) Ideas base
  2. b) Cuestionamientos
  3. c) Citas bibliográficas
  1. a) Ideas base.

Es un registro que recupera del Procedimiento Hermenéutico las ideas significativas.

  1. b) Cuestionamientos.

Consiste en registrar las preguntas que la persona se haga sobre cualquier tema de su interés. Es conveniente que, ante cada pregunta, la persona anote una respuesta tentativa. Esa respuesta será confrontada posteriormente con las ideas base relativas a dicho tema.

  1. c) Citas bibliográficas.

Se seleccionan y transcriben los párrafos de los textos que se consideran relevantes.

Estrategia de síntesis generadora de nuevos conocimientos:

  1. a) Construcciones
  2. b) Temas
  3. c) Puentes conceptuales
  4. e) Discurso verdadero
  1. a) Construcciones.

Esta actividad consiste en la redacción de un texto que desarrolla un tema de interés donde se integran elementos de las dos estrategias analíticas. Particularmente ideas base, cuestionamientos y citas bibliográficas.

  1. b) Temas

En este apartado se organizan las diversas construcciones con el subtítulo correspondiente al tema tratado.

  1. c) Puentes conceptuales

Esta actividad se refiere a la elaboración de un texto que permite conectar un tema con otro.

  1. e) Discurso verdadero

Es el producto más acabado del Sistema Preconceptual, debido a que integra los diversos temas con sus correspondientes puentes conceptuales, lo que permite a quien lo desarrolla tomar postura personal ante su existencia y ante el mundo.

En las construcciones, temas, puentes conceptuales y en la construcción del discurso verdadero, también participa el procedimiento hermenéutico pero este opera en un segundo momento ya que se parte de un trabajo de sistematización y articulación de las ideas base, cuestionamientos y citas bibliográficas, así como análisis del bloqueo, recursos reforzadores y patrones básicos.

Si bien el subsistema conceptual se caracteriza por una actividad dialéctica racional de análisis y síntesis (tesis, antítesis y síntesis), se debe contrastar con la actividad antidialéctica[4] del procedimiento hermenéutico que, a su vez, será confrontado por el proceso dialéctico. Este movimiento circular se repetirá el tiempo que sea necesario para satisfacer los peculiares criterios del discurso verdadero.

  1. Subsistema de Retroalimentación al Sistema Preconceptual

Consiste en ofrecer una crítica permanente al Sistema Preconceptual. Este subsistema es el que permite al Sistema Preconceptual mantenerse con vida al evitar que se esclerotice, que se convierta en obsoleto. Tanto los nombres como los contenidos de los elementos que constituyen al Sistema Preconceptual son provisionales, se mantienen mientras no surjan otros elementos más adecuados para el cumplimiento de sus objetivos. Este subsistema es un registro donde se cuestiona la funcionalidad del Sistema Preconceptual, se identifican sus debilidades y se proponen procedimientos y estrategias novedosas o modificaciones a las existentes. El Subsistema de Retroalimentación le aporta al Sistema Preconceptual su característica fundamental: el ser inacabado y en permanente conformación, lo que le permite adecuarse a las particularidades de cada persona, así como a sus diferentes momentos históricos.

Referencias.

Covey S. (1999). Los siete hábitos de la gente altamente efectiva ( j. Piatigorsky, Trad.). México: Paidós.

Deleuze (1998). Nietzsche y la filosofía (C. Artal, Trad.). Barcelona, España: Anagrama.

Gondra, J. M. (1981). La psicoterapia de Carl Rogers. (4ª. Ed.). España: Desclée de Brouwer.

Heidegger, M. (1993). El ser y el tiempo (J. Gaos, Trad.). Barcelona, España: Planeta de Agostini. (Trabajo original publicado en 1927).

Heidegger, M. (1994). ¿Qué quiere decir pensar? En Conferencias y artículos ( E. Barjau, Trad.). Barcelona, España: Ediciones del Serbal. (Trabajo original publicado en 1954).

Jaspers, K. (2003) Nietzsche (E. Estiú, Trad.). Buenos aires, Argentina: Editorial Sudamericana.

Nietzsche, F (2003) El nacimiento de la tragedia (A. Sánchez Pascual, Trad). Madrid, España: Alianza editorial (Trabajo original publicado en 1871).

Nietzsche, F (2003) El Crepúsculo de los ídolos (A. Sánchez Pascual, Trad). Madrid, España: Alianza editorial (Trabajo original publicado en 1888).

Ricoeur, P. (2003). El conflicto de las interpretaciones (A. Falcón, Trad.) Buenos Aires, Argentina: Fondo de Cultura Económica de Argentina. (trabajo

Xolocotzi, A. (2004). Fenomenología de la vida fáctica. México: Plaza y Valdés.

[1] Ricoeur (2003) considera que la tarea fundamental del ser humano es desarrollar su “discurso verdadero”, no la verdad en general sino lo que es verdadero para él, lo que tiene un profundo sentido para su existencia.

[2] El documento “Fundamentos para un Modelo de Desarrollo Humano Comunitario” es el primer capitulo escrito por Ricardo H. Serrano del libro: Serrano, Gomez del Campo, Monje, Zárate, González, (2005) Modelo de Desarrollo Humano Comunitario. México: Plaza y Valdés.

 

[3] Los componentes del Sistema Operativo están basados en Covey (1999).

[4] Deleuze (1986) y Jaspers (2003) sostienen que el pensamiento de Nietzsche es antidialéctico ya que mientras que la dialéctica hegeliana busca la síntesis de pensamientos opuestos, Nietzsche lleva a sus ultimas consecuencias cada uno de los polos conceptuales sin pretender su síntesis. El pensamiento de Heidegger retoma ambas posturas, recupera las temerarias incursiones de Nietzsche a los abismos del ser y las confronta con la rigurosa racionalidad de Hegel. El sistema Preconceptual esta basado principalmente en la propuesta heideggeriana.

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