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La vivencia del placer sexual desde una mirada humanista corporal

La vivencia del placer sexual desde una mirada humanista corporal

Linda Maricela Llanas García

Resumen. En este artículo se presenta a través de un estudio de caso, cómo es la vivencia del placer sexual de una mujer mexicana, se aborda cómo fue su crianza, cuáles son sus sensaciones físicas al experimentar placer sexual, así mismo saber cuáles son sus creencias en relación y su concepto de “placer”. Se aborda teóricamente el concepto placer sexual y la relación con las diferentes estructuras de carácter que junto con sus historias de vida permite que las mujeres vayamos a reforzar esa coraza que genera bloqueos en la experiencia de sentir placer, aspecto que nos lleva a miedo, dolor y sufrimiento emocional.

Palabras Clave: placer sexual, estructuras de carácter, creencias limitantes, placer sexual en la mujer, mujer mexicana.

Ser mujer en México es todo un reto desafiante, con el paso de los años me he podido dar cuenta de que la gran mayoría de mujeres que he conocido han sido humilladas y viven con vergüenza, tienen relaciones conflictivas o de abusos, viven en un estado de sumisión y constantemente se encuentran en un claro displacer, esto es visible en sus cuerpos y comportamientos. Es aquí donde me quiero enfocar y creo que es ahí donde está la clave: el cuerpo y las creencias. ¿Cómo es la experiencia del placer sexual en estas mujeres?

El tema del placer sexual en la mujer abordado desde el cuerpo siempre me ha llamado la atención, dado que en muchas ocasiones me he encontrado en relaciones y circunstancias de la vida en las cuales no logro concretar una sensación de placer y alegría, me quedo en un proceso limitante el cual no permite que el disfrute total sea expresado. Y al platicarlo con las mujeres cercanas a mí, me he dado cuenta de que conectamos en el mismo sentir. Lo cual me lleva a pensar que este predicamento atañe a todas las clases sociales.

Considero que es de gran relevancia que las mujeres conozcamos y analicemos como refleja nuestro cuerpo el placer, para contactar con nuestro Ser interior, de verdad sentir y poder crear una experiencia de vida más satisfactoria.

Evalúo que la presente investigación realiza aportes significativos para la Psicoterapia Humanista Corporal, debido a que nos proporcionará el conocimiento de la vivencia del placer sexual en la mujer mexicana, aquella que se encuentra con una limitante emocional y energética corporal para experimentar en su totalidad una sensación de placer para estar en la vida.

Existen numerosas investigaciones sobre el placer de la mujer en el área sexual, sin embargo, la información que aquí presentaré es bajo la perspectiva del placer que se manifiesta en tu cuerpo como resultado de estar vivo, de respirar, de crear, de ser libre energéticamente para expresar y obtener una mayor excitación.

La postura que cumple actualmente la mujer mexicana se debe a las diferentes “normas” y a los introyectos que nos ha dejado la religión judeo-cristiana, siendo algunas de ellas la abnegación, servidumbre, el encerramiento dentro de la casa y la virginidad. En su libro Mujer que sabe latín, Rosario Castellanos indica que “la madre, con su capacidad inagotable de sacrificio; la esposa sólida, leal; la novia casta” (p.160), son algunos de los estereotipos de éstas “normas” que se muestran en diferentes textos literarios. Tenemos como conceptos que influyen mucho en la mujer abnegada, el de la Malinche y la Virgen de Guadalupe, siendo esta última considerada como ejemplo de conducta femenina, por una parte, Granillo Vázquez señala que “la cultura actual… considera a todas las mexicanas como Malinches en potencia, como traidoras e infieles en escencia”. y respecto a la segunda, Granillo menciona que la Virgen “Era y es, ante todo, una madre abnegada dispuesta siempre a proteger a sus hijos débiles”.

Con todo lo anterior creo que en el tema transgeneracional las mujeres mexicanas siguen con estas creencias profundamente arraigadas, las cuales contribuyen a limitar su expresión, exploración y conocimiento de ellas mismas. ¿Qué se necesitaría para crear en la mujer mexicana una identidad del ser y con esto poder tener una experiencia del placer sexual completa? El objetivo de este artículo es comprender a través de un estudio de caso único,  cómo vive una mujer el placer sexual y cuáles son las creencias y prácticas que la llevan a experimentarlo, ya sea desde el placer o desde el bloqueo que la ha limitado a vivirlo.

 

El Placer Sexual

En sus diferentes investigaciones y aportes detallados en su libro La Bioenergética, el psicoterapeuta estadounidense Alexander Lowen, establece que el placer es “la percepción de un movimiento expansivo del cuerpo: apertura, tratar de alcanzar y establecer contacto. Cuando una persona experimenta placer, le brillan los ojos, el color de su tez es rosado y cálido, su manera de comportarse es amable y animada, suave y desenfadada. El fundamento de una vida feliz es el placer que sentimos en nuestros cuerpos. Es la sensación que se desarrolla a partir del funcionamiento fluido del proceso de la vida. Biológicamente, está vinculado al fenómeno del crecimiento, que es una importante expresión del proceso de la vida.  El placer, es la ausencia de dolor. Es la fuerza motriz del proceso creativo, así como el producto del proceso. El secreto del placer está oculto en la manifestación de la excitación”. (Lowen, 1975). Desde esta mirada nos permite conocer de una forma más amplia lo que involucra y como se experimenta en sensación corporal el placer sexual en cada ser humano.

El catedrático del Instituto de Neurociencia de la Universidad Autónoma de Barcelona, Ignacio Morgado señala que el placer es una percepción consciente, agradable y deseable.

Sirve para controlar una conducta motivada y facilita el aprendizaje, así como la formación de la memoria y la toma de decisiones.

Para sentir placer el cerebro activa muchas funciones. Primero las neuronas sintetizan y liberan en el cerebro sustancias químicas, como las encefalinas y endorfinas también llamados opiáceos endógenos.

Acciones como comer, beber y por supuesto, tener sexo, activan la liberación cerebral de opiáceos endógenos que producen siempre placer. De acuerdo con lo anterior el especialista remarca que el placer es necesario para una vida saludable y unido a esto, garantiza las conductas de supervivencia.

El placer sexual comprende las diferentes sensaciones agradables, de disfrute, goce y satisfacción que se experimentan al estar excitado sexualmente en una relación sexual, en el acto coital y a través de sensaciones provistas por los cinco sentidos: visuales, olfativas, auditivas, táctiles y gustativas. La unión de todos estos elementos hace del placer sexual uno de los más intensos que es posible para los seres sexuados. Así mismo mejora la salud y el bienestar.

A pesar de todo el disfrute que las relaciones sexuales pueden proporcionar, existen fuerzas compensatorias de culpa y decepción en la psique individual. Las normas religiosas y sociales imponen límites a la expresividad sexual. Las comprensiones profundamente arraigadas sobre el comportamiento inapropiado pueden hacer que las personas sientan vergüenza o miedo cuando se enfrentan a elecciones sobre su sexualidad y particularmente sus deseos. Las personas que no pueden lograr los placeres deseados debido a discapacidades físicas experimentan una pérdida de bienestar que puede ser extremadamente angustiante. (Hull, 2008)

En el caso del placer sexual Anjan Chatterjee, profesor de la Universidad de Pensilvania, menciona que comprende tres grandes ciclos: el primero es la aparición del deseo, luego el momento en el que se lleva a cabo el comportamiento necesario para satisfacer dicho impulso y finalmente, el placer en sí mismo. (Chatterjee, 2019)

Sigmund Freud considerado el padre del psicoanálisis nos dejó inmensas aportaciones sobre el tema del placer, la sexualidad y la libido entre otros.

Para comenzar a entender a Freud es importante conocer el concepto de pulsión con el que se refería al placer inconsciente, un impulso o tensión que tiende a la consecuencia de un fin y resulta en la distensión y el placer cuando dicho fin es obtenido. El placer es un fruto de la ausencia de tensión y el displacer la presencia de esta, por lo cual es solo natural que el organismo se oriente hacia el placer y evite la ansiedad y el displacer.

En seguimiento a esto, Freud comenzó a estudiar los impulsos sexuales en la etapa infantil, adulta, la que él llamaba perversa y la normal, en el hombre sano y el neurótico, con lo que descubrió que el impulso sexual es una energía llamada libido que tiende a polarizarse hacia un objeto, un individuo del sexo opuesto, con la finalidad de tener actividad sexual. (Freud, 1920-22)

 

Estructuras de Carácter

 En bioenergética, se conoce como carácter al conjunto de atributos y rasgos defensivos que conforman una manera de ser, pensar y sentir. Actúa como sistema defensivo contra el dolor.

El carácter es aprendido durante las primeras etapas de nuestra infancia, el cual vamos reforzando con todo ese armazón de comportamientos, creencias, valores, dando como resultado en nuestra estructura de carácter (esquizoide, oral, masoquista, psicopático y rígido).

Estas estructuras de carácter, Lowen las describe en función de las partes del cuerpo en que el flujo de energía esté obstaculizado, las zonas corporales que él considera principalmente son los ojos, la boca, el cuello, los hombros, el pecho, el diafragma y la cintura.

Cada estructura de carácter desarrolla una forma de protegerse ante algo que le amenaza el subsistir. Al ser un patrón repetitivo la persona crea una coraza muscular, la cual le ayuda a protegerse de sensaciones amenazantes y desagradables, pero esto no solo queda ahí, también impide la libre fluidez de energía vital en el cuerpo, así como de las sensaciones placenteras en su total expresión.

En el caso de las mujeres mexicanas, la historia de vida en la que se han visto envueltas en esta sociedad patriarcal, siendo esto porque el hombre de la familia tiene a su alcance el acceso a los recursos, aunque en la actualidad está documentado que muchas mujeres son el sostén económico de la familia. Dentro de estas costumbres se educa a la niña a esperar a que llegue el príncipe azul, un hombre que llegue a desposarla. Una práctica que va de generación en generación, recordando a cada mujer que ella debe cumplir los siguientes roles: “buena hija”, “la madre abnegada”, “virgen hasta el matrimonio”, entre diferentes frases que hasta el día de hoy todavía nos acompañan y se convierten en una creencia “el hombre es el que manda”, “virgen hasta el matrimonio” “tú sumisa” por mencionar algunas. Es importante señalar que si bien esta construcción social sigue vigente también se ha ido modificando gracias a los movimientos feministas y a las nuevas generaciones de mujeres que se han cuestionado los modelos hegemónicos de ser mujer, sin embargo, siguen siendo visibles tales construcciones de género impuestas por dicha cultura patriarcal.

Aunado a lo anterior,  se va sumando nuestras historias de vida personales y una educación sexual muy pobre que nos limita en el disfrute de nuestra sexualidad, aunado a esto existe en las personas una estructura de carácter que se vuelve tangible en la coraza caracterológica que planta Reich en la cual para algunas personas se rigidiza incluyendo el bloqueo de un flujo energético hacia el placer.

Es aquí el punto donde nace la intención de conocer la vivencia del placer sexual en cada una de las estructuras de carácter que expone Lowen.

Esquizoide

            Se desarrolla desde antes del nacimiento, recibiendo una actitud de los padres (principalmente de la madre) que manifiesta cierta hostilidad y frialdad.

El término “esquizoide” tiene dos significados. Por un lado, denota una tendencia del individuo a apartarse de la realidad y por el otro, una escisión de la unidad de la personalidad, siendo cada aspecto un reflejo del otro, y ambas variables constituyen medida de la salud o enfermedad emocional de la persona. (Lowen, 1995, págs. 343-344)

En este caso considero que el mejor término para describir a una persona con este carácter es desconexión. Se desconecta de sus sentimientos, de su cuerpo y de los demás. Así es la forma de adaptación y defensa que muchos seres humanos toman cuando se pone en riesgo su primer derecho existencial: sobrevivir.

Este grupo de comportamientos y respuestas adaptativas se queda grabada (carácter) como una constante en su vida. Por tal motivo, el mecanismo que realizan es apartarse de los procesos vitales. Tiene una intención positiva: no ser destruido. Su dilema existencial profundo es: ”Si me permito sentir y expresar mi vitalidad / temo que mi sobrevivencia sea amenazada”.

Las personas con este estilo de carácter muestran como características afectivas el miedo crónico y a menudo terror, el afecto está asociado o suprimido. El individuo no sabe cómo siente porque se ha desconectado y puede parecer frío, muerto y alejado de sí mismo. La rabia primitiva, suprimida, es la base del miedo y del terror. Algunas de sus defensas son la proyección, negación, intelectualización, “espiritualización”, alejamiento, aislamiento del afecto, disociación, estados de amnesia temporal. (Johnson, 1994)

Particularmente se vale del sexo como medio para establecer contacto con otro ser humano y sentirse vivo.

 

Oral

El carácter oral se desarrolla cuando el anhelo de la madre es reprimido antes de que el niño haya satisfecho sus necesidades orales. Esto da lugar a un conflicto inconsciente entre la necesidad por una parte y el temor a la decepción por otra. En la vida posterior, la represión se mantiene a través de la incorporación de dicho conflicto a la estructura de la actitud corporal. (Lowen, 1985)

Maneja un estilo cognitivo propenso a oscilar entre la sobre activación, la euforia y algunas veces, el pensamiento creativo a una activación baja, depresión y cognición carente de inspiración. Puede mostrar juicio pobre y una prueba de la realidad deficiente en periodos de exaltación.

Ha creado defensas para sobrevivir y en protección al dolor como la negación, proyección, identificación, inversión, desplazamiento y estar en contra del sí mismo. De esta manera, se afana en sus creencias: “no necesito, puedo hacerlo solo, me encuentro a mí mismo al dar y amar. Mi necesidad es muy grande y va a abrumar a los demás. Sí expreso mis necesidades, me voy a decepcionar, me van a abandonar y a rechazar” (Johnson, 1994).

La función genital es débil. El impulso sexual de este carácter busca el contacto con la pareja. Experimenta una descarga genital pobre, tanto en el hombre como en la mujer. En esta última es frecuente que no se dé un clímax completo. Carece de la fuerza del impulso de movimiento para descargar los sentimientos. Busca la relación sexual para sentir contacto con el otro.

 

Masoquismo

El tema existencial para una persona con este sistema de adaptación gira alrededor de un desafío: autoafirmarse contra someterse y humillarse. De niño vivió una experiencia interna de intrusión y abuso, de manera que el derecho a afirmar su identidad individual termino siendo suprimido. Su forma de adaptarse ante esta invasión emocional y/o físico, el niño adopto una reacción energética de protección, interiorizar su poderosa carga emocional y aguantar sin expresar su protesta.

El masoquista percibe como placer lo que la persona normal percibe como displacer, o por lo menos el primero lo percibe como fuente de placer. (Reich, 1933).

Teme una intensa sensación de placer en los genitales. La represión de la ascendente excitación la transforma en ansiedad. Como efecto, la falta de placer aumenta el ansia y el sufrimiento. Experimenta miedo en la descarga involuntaria y trata de controlarla.

 

Psicopático / Narcisista

Las personas con este tipo de estructura de la personalidad se caracterizan especialmente por su ambición de poder, su capacidad de manipulación y su voluntarismo. Surge de la frustración no óptima de la autoexpresión.

Se enfrenta con un dilema existencial de: “Si me permito ser vulnerable / temo ser controlado”, “Si me permito confiar / temo ser traicionado”, “Si me permito ser quien soy / temo ser devaluado”.

Su origen cronológicamente se ubica desde aproximadamente los 9 a 12 meses hasta los 24 meses de edad. Cuando el niño comienza a definir su identidad y su valía.

Afectivamente son con frecuencia, celebres por el “como sí” o en calidad artificial de sentimientos, la incapacidad de sentir para otros y su orgullo herido fácilmente. (Johnson, 1994)

En la sexualidad su enfoque no va dirigido a obtener la gratificación genital sino en obtener el reconocimiento de su imagen. La conquista y la seducción ocupan un lugar más importante que el propio contacto sexual y la gratificación.

La sexualidad se convierte en un recurso para conquistar, seducir y controlar. Con frecuencia mantienen relaciones de triángulo amoroso (amantes fuera de sus relaciones formales). Muestran inclinación a la pornografía y el morbo.

 

Rígido

La estructura de carácter de la personalidad rígida se relaciona con la última fase del desarrollo básico. En esta etapa se consolida la segunda polaridad bioenergética del organismo en el perineo (mayor carga de energía y sensaciones en los genitales) y conforma la base para el desarrollo de la identidad sexual del pequeño, aproximadamente de los tres y medio a los siete años.

Presenta escisión entre sexualidad y amor. El individuo tiene dificultad de integrar el amor y la sexualidad como un solo movimiento en sus relaciones íntimas. Debido a la experiencia descrita en la llamada fase edípica: el triángulo que se forma entre el pequeño con mamá y papá.

Principalmente muestran un problema de autenticidad, con el contacto de su escencia interna, la niegan o la ignoran. Están muy centrados en la realidad, la cual los desconecta de su verdadera escencia.

Las personas con este estilo de estructura se caracterizan por ser ambiciosos, competitivos y agresivos. La pasividad es para ellos reflejo de la vulnerabilidad. (Lowen, 1975)

Corporalmente está bien desarrollado, lleno de vitalidad y energía en todos los puntos de contacto: cara, ojos, brazos, piernas y genitales, pero carece de libertad de entrega y de descarga. Tiende al narcisismo por sus mismas cualidades físicas. (Lowen, 1975)

Este tipo de carácter se sirve de la genitalidad para evitar las sensaciones sexuales más profundas o utiliza movimientos sexuales superficiales para bajar la excitación genital.

 

Metodología

El objetivo del presente trabajo, como se describió anteriormente, consistió en develar cómo es la vivencia del placer sexual en una mujer mexicana, conociendo cómo fue su crianza, cuáles son sus sensaciones físicas al experimentar placer, así mismo saber cuáles son sus creencias en relación y su concepto de “placer”, mediante la realización de una entrevista a profundidad. Así que el análisis de la información se desprendió directamente de lo comentado por la persona entrevistada. La secuencia y procedimiento de cómo se llevó a cabo este análisis se describen a continuación:

Se realizaron dos entrevistas a profundidad, en la primera se conoció su historia de vida en las primeras etapas, el rol socio cultural que tiene actualmente, su acercamiento y vivencia en la sexualidad; en la segunda entrevista se exploró en sus relaciones interpersonales y sexuales, concepto de placer y sensaciones corporales, creencias con relación a la sexualidad y al placer.

Características de la entrevistada; mujer (para fines de esta investigación la llamaremos Gloria), tiene 45 años, estado civil soltera con pareja (hombre). En su familia es la única mujer como hija, tiene dos hermanos mayores que son cuates y uno menor,  nacionalidad mexicana, vive en la Ciudad de México.

En su historia de vida encontramos cuales son algunas de las creencias que están presentes en la relación con la vivencia del placer sexual en la mujer mexicana. “El sexo es malo”, “debes ser recatada”, “no te toques, eso no lo hacen las niñas bien”, “no seas provocativa”, “el sexo es sucio, por eso se hace de noche”, “solo las mujeres fáciles se acuestan por sexo”, “las mujeres que se acuestan con varios hombres son unas putas”, “solo puedes tener relaciones sexuales con el hombre que decidiste para esposo, no habrá nadie más”, por mencionar algunas.

“Desde pequeñas nos enseñan que el sexo es malo, que, si regalas la leche, nadie querrá comprar la vaca, que debes ser recatada, que no te debes tocar tu sola, que no debes gritar, sino callar tus gemidos, de lo contrario podrías parecer una mujer de la calle, hemos aprendido a ser objetos, más que sujetos activos”

“No te toques, eso no lo hacen las niñas bien (a la fecha no sé qué es una niña bien), No seas provocativa, Primero están los demás y al último tú, al último el burro, Solo el hombre que decidiste para esposo, no habrá nadie más, El sexo es sucio, por eso se hace de noche, Solo las mujeres fáciles se acuestan por sexo, El sexo sin amor no vale, no satisface, Las mujeres que se acuestan con varios hombres, son unas putas, No debes mostrar interés en alguien, recuerda siempre que eres ejemplo para los demás”.

En la Psicoterapia Humanista Corporal trabajamos identificando las creencias limitantes que están presentes y aportan a nuestro displacer en la vida, a los miedos, dolor y sufrimiento emocional, lo cual se ve reflejado en cada una de las estructuras de carácter que establece Reich (oral, esquizoide, masoquista, psicopático y rígido). Cada uno manifestando una coraza particular que impide el flujo vital de energía en carga y descarga, que acompaña a la expresión completa del placer.

El placer sexual comprende las diferentes sensaciones agradables, de disfrute, goce y satisfacción que se experimentan al estar excitado sexualmente en una relación sexual, en el acto coital y a través de sensaciones provistas por los cinco sentidos: visuales olfativas, auditivas, táctiles y gustativas. La unión de todos estos elementos hace del placer sexual uno de los más intensos que es posible para los seres sexuados. Así mismo mejora la salud y el bienestar.

Gloria comparte lo siguiente: “yo creo que un buen orgasmo, es como un estado cumbre, para mí la sexualidad como la experimento ahora, pues, la experimento más consciente, más plena, en el entendido de que el otro no sabe lo que necesito y lo que quiero… y de que yo tampoco sé lo que el necesita o quiere”.

“Cuando una mujer se siente satisfecha sexualmente, es más plena, no estoy hablando de amor, estoy hablando de esa necesidad del ser humano de sentirse satisfecho física y emocionalmente, de esa imperiosa necesidad de sentirse parte de…, de algo, de alguien, por algunos momentos, de esa maravillosa capacidad de mezclar todos los sentidos en una relación sexual”.

“Sensaciones que de solo evocarlas revivan el momento y el estado de plenitud sea tan intenso como si se estuviera viviendo en el momento, estoy hablando del sentimiento y la sensación física, del olfato, cuando puedo oler su excitación, cuando puedo percibir la mía, cuando puedo meterme bajo sus axilas y olerlo y respirarlo lenta y profundamente, como si quisiera conservar ese aroma en mis fosas nasales, por mucho, mucho tiempo”.

“En fin, de la exaltación de mis cinco sentidos por una buena relación sexual…”

Las frustraciones acumuladas en nuestra experiencia amorosa, el displacer vivido, actúan como pantallas que cubren nuestros impulsos amorosos. Por ello con la Psicoterapia Humanista Corporal, facilitamos la demostración, también de la transferencia negativa, la descarga de la destructividad acumulada, con lo cual el yo se libera y la persona puede sentirse y expresarse en toda su gama emocional, sin censura.

Gloria: “A partir de entonces y después de algunos rechazos, solo estaba físicamente con él, cuando el así lo demandaba, donde el quisiera y como él quisiera.”

“Estando con él, nunca estuve con alguien más, me conformaba con lo que él me daba, fuera o no suficiente, fuera o no satisfactorio.”

“Soporté sus aventuras, hasta que me cansé y me retiré, completamente destrozada, vacía, sola, sin un sentido en mi vida, caí en depresión, me dio parálisis…”

 

Reflexiones finales

Concluyo que, a pesar de los cambios socioculturales y la reflexión del pensamiento feminista en la sociedad mexicana, las mujeres siguen sometidas a las normas, creencias y construcciones de género impuestas por la cultura patriarcal que generación tras generación se siguen reproduciendo. Será mediante el conocimiento de sus historias de vida personales, de observar su estructura de carácter e identificando sus corazas musculares (establecidas por Reich), podemos establecer un camino particular para conocer cómo es la vivencia del placer sexual en cada una para de esta manera llevar un proceso terapéutico enfocado a la carga y descarga de energía, así como de esos introyectos sociales y culturales que les permita experimentar y resignificar la vivencia completa del placer.

Como se mencionó en el análisis de datos podemos resaltar la importancia de que la mujer conozca su cuerpo, sus sensaciones físicas, sus emociones, que trabaje en su carga y descarga, expresando sus miedos, enojo y frustración. Y de esta forma generar la liberación de energía, para el disfrute del placer sexual y del placer en general.

 

Referencias bibliográficas

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