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“Coox Muul Xiimbal”. Vamos a caminar juntos

“Coox Muul Xiimbal”. Vamos a caminar juntos

Zoila M. Jiménez[1]

Introducción

En el marco del encuentro de Desarrollo Humano “A 50 años del Desarrollo Humano en México ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?”, como colaboradora de la Fundación Haciendas del Mundo Maya y desde mi formación como antropóloga social, presento a continuación mi experiencia de trabajo en Santa Rosa de Lima.

Luego de diez años de trabajar en desarrollo humano con un enfoque centrado en la persona en Santa Rosa de Lima, Maxcanú, se conformó el Comité Ciudadano “Coox Muul Xiimbal”. En 2014, con base en las necesidades comunitarias, se generó una plataforma de cambio y revitalización, mediante la conformación de una nueva mesa directiva y comisiones de trabajo. Esta transición se puede observar como un ejercicio de reflexión, propuesta y decisión, de ciudadanos de Santa Rosa de Lima.

A continuación presento la estructura del documento:

  1. Fundación Haciendas del Mundo Maya. Su metodología y etapas de trabajo comunitario, donde podemos observar brevemente la propuesta de trabajo en comunidades de Yucatán y Campeche.
  2. Santa Rosa de Lima, Maxcanú. La comunidad.

Presentando el contexto de la comunidad, donde se enmarca la existencia del Comité Ciudadano “Coox muul xiimbal”.

  1. “Coox Muul Xiimbal”, Vamos a caminar juntos.

Donde presento mi experiencia con el Comité Ciudadano “Coox Muul Ximbal/ Vamos a caminar juntos”

  1. Reflexión de la transición del Comité Ciudadano.
  2. Fundación Haciendas del Mundo Maya. Su metodología y etapas de trabajo comunitario.

Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), es una asociación civil que promueve desde 2002 el desarrollo comunitario a partir del enfoque de Desarrollo de Base y la metodología de Investigación Acción Participativa. Lo hace en comunidades de Yucatán y Campeche, donde ha tenido presencia por más de 10 años, a partir de dos ejes transversales: Desarrollo Humano y Recursos Naturales, y cuatro líneas estratégicas: Vivienda e Infraestructura, Emprendimientos Productivos, Educación y Salud.

FHMM parte de la visión de “promover el desarrollo comunitario a partir del respeto y compromiso de la cultura Maya y el medio ambiente, integrando la participación de las poblaciones indígenas como protagonistas de sus propios proyectos de bienestar y generando oportunidades de desarrollo socioeconómico” (Manual de metodología y participación. Antología de 10 años de experiencia comunitaria, 2012).

Como parte de la metodología de trabajo de FHMM, podemos encontrar cuatro diferentes etapas:

  1. Principio: etapa de conocimiento, cuando se realiza el primer contacto con la comunidad, y en la que se pretende la creación de confianza y una alianza con ella.
  2. Crecimiento: se promueve la formación de las capacidades individuales y colectivas. Desde FHMM se realiza el acompañamiento a líderes comunitarios.
  3. Madurez: durante esta etapa se consolidan las capacidades y proyectos, además de la adquisición de habilidades más profundas. Se genera un capital social vertical.
  4. Graduación: se espera que la comunidad, mediante sus líderes conformados en un Comité Ciudadano, obtengan capacidades de autogestión y autonomía, aplicando las habilidades adquiridas mediante talleres de Desarrollo Humano y temáticos, propiciando sostenibilidad y un desarrollo comunitario.

Mi labor es coordinar la implementación de proyectos de los ejes transversales y líneas estratégicas en tres comunidades de las 20 en las que actualmente tiene presencia FHMM. Estas son Itzincab Cámara, Tecoh; Temozón Sur, Abalá y Santa Rosa de Lima, Maxcanú, denominadas “Comunidades Graduadas”. Es una labor que realizo directamente en las comunidades, con diversos actores clave, con la finalidad de un desarrollo comunitario que permita mejores condiciones de vida.

  1. Santa Rosa de Lima, Maxcanú. La comunidad

Santa Rosa de Lima es una comisaría del Municipio de Maxcanú, que se encuentra ubicado en el suroeste del estado de Yucatán y cuenta con 913 habitantes. Como parte inherente a su historia e identidad se encuentra la Hacienda Santa Rosa de Lima, que actualmente funciona como hotel y que en el siglo pasado operó como una próspera hacienda henequenera. Las actividades económicas que dan sustento a la comunidad giran en torno a la Hacienda Hotel, los Talleres Artesanales, tiendas, comercios y migración laboral al Municipio de Maxcanú o a comunidades aledañas, trabajando en maquiladoras en Halachó (Municipio de Yucatán), el parque industrial de Umán o la ciudad de Mérida.

La asistencia a la escuela, los talleres, casa de salud y biblioteca comunitaria marcan el ritmo de vida de Santa Rosa de Lima. En cuestión escolar podemos ubicar al preescolar “Ignacio Allende” y la primaria “Defensores de la Patria”. Para cursar estudios de secundaria, 33 jóvenes deben asistir a la escuela “Plutarco Elias Calles”, ubicada en Santo Domingo, una comisaría cercana.

Para el bachillerato deben acudir a Maxcanú. La oferta educativa universitaria es generalmente en Maxcanú y la ciudad de Mérida. Actualmente existe el registro de dos estudiantes cursando la Universidad Tecnológica del Poniente.

Los talleres artesanales cuentan con cinco técnicas diferentes: Bordado a mano, Filigrana, Henequén, Hamacas y Tapetes.

Es común ver a las mujeres recorriendo la comunidad para asistir a las labores en sus talleres. Niños y jóvenes participan en las diferentes actividades que se organizan en la biblioteca comunitaria, ubicada en el centro de la comunidad. Cuando el sol comienza a aminorar, el campo de futbol se llena de vida con niños y jóvenes. Las actividades de la iglesia y los templos religiosos también se realizan por las tardes. Se pueden identificar varias tiendas misceláneas, una tienda DICONSA y un molino, que funcionan a su vez como puntos de reunión y encuentro de habitantes de diferentes edades.

El transporte público no cuenta con un horario específico. En Maxcanú hay una central de vagonetas y taxis, que tienen diferentes rutas para transportar a los habitantes cuando llegan a su capacidad máxima. De manera autogestiva existe un vehículo comunitario que lleva a 23 estudiantes de secundaria a Santo Domingo por las mañanas y va por ellos al medio día. Ese mismo vehículo transporta a mujeres que laboran en la maquiladora de Halachó, a las artesanas que viajan a Mérida o realiza servicios por emergencias de salud.

  1. “Coox Muul Xiimbal”, Vamos a caminar juntos. Comité Ciudadano

Como parte importante de la vida comunitaria se encuentra el Comité Ciudadano “Coox Muul Xiimbal” ¾que en español significa “Vamos a caminar juntos”¾, y que se conformó en el año 2012, con un Presidente, Secretario, Tesorero y Vocales que trabajan en cuatro áreas: Educación; Salud y deportes; Infraestructura y Medio Ambiente. Todas las integrantes eran mujeres líderes de su comunidad. Como parte de mi presentación con la comunidad, realicé una visita para conocer a las integrantes del Comité Ciudadano e iniciar el trabajo de asesoría en el plan de trabajo que previamente habían realizado. Pude observar que el liderazgo de la Presidenta se ejercía de manera unilateral. La voz de las integrantes no se reflejaba en las acciones que finalmente se realizaban. Se convocó a reuniones en diversas ocasiones y la respuesta de las integrantes fue de ausencia, poca participación y poca motivación. Realizando trabajo de campo más intenso, pude conocer a mujeres que demostraban interés por mejorar su comunidad pero que sentían timidez de expresar sus ideas ante una figura de liderazgo tan intenso. Se necesitaba fortalecer la autoestima y la seguridad de aquellas personas que, en un ambiente de confianza, expresaban ideas para realizar acciones que puedan mejorar su comunidad.

El plan de trabajo que habían plasmado en papel no se había llevado a la práctica y no parecía haber el interés de ejecutarlo. Algunas de las integrantes que formaban parte del Comité Ciudadano se dieron a la tarea de convocar a representantes de agrupaciones comunitarias, como las promotoras de salud, artesanas, sociedad de padres de familia, representantes de iglesias, comisario municipal y ejidal y ciudadanos interesados en el bienestar de su comunidad. Se realizó un diagnóstico de las áreas de oportunidad que podían trabajarse, identificaron actores claves para la realización de estas acciones, redactaron solicitudes de apoyo al ayuntamiento de Maxcanú y a FHMM, avaladas por la firma de habitantes de la comunidad.

Organizaron actividades concretas teniendo resultados exitosos en cuanto a participación ciudadana. Ante el trabajo que realizaron estos líderes comunitarios, se generó una situación de inconformidad por la labor que integrantes del Comité Ciudadano no estaban llevando a cabo. Aquellos que habían aceptado responsabilidades mediante cargos dentro de esta organización no cumplían con actividades de convocatoria, diagnósticos de las áreas de oportunidad de su comunidad, propuesta de soluciones e implementación de actividades. Como ejercicio de participación ciudadana y de manera positiva se generó el involucramiento, tanto de habitantes que formaban parte del Comité, como de aquellos que no lo eran. De manera negativa, aquellas figuras con cargos dirigentes no cumplían con las responsabilidades adquiridas.

De nuevo se convocó a reuniones invitando a participar a la Presidenta. Durante un tiempo la situación se tornó tensa y ante la falta de un Comité Ciudadano consolidado, el trabajo por su comunidad se volvía lento. Durante todo ese tiempo se invitaba a más ciudadanos a quienes se les motivaba a expresar sus ideas, valorando la riqueza que se puede encontrar en la diversidad, siempre y cuando el respeto al derecho ajeno prevalezca, teniendo éxito en la convocatoria.

Nuevos integrantes se fueron adhiriendo y cada vez más se podía observar la seguridad que adquirían. Finalmente se logró una reunión con la participación de todo el Comité, buscando la integración del mismo para poder realizar de nuevo un plan de trabajo que incluyera la participación de todos desde las responsabilidades previamente adquiridas. Mediante el diálogo, la reflexión y las propuestas, desde los mismos ciudadanos se llevó a cabo la toma de decisiones que implicó la renovación de la mesa directiva del Comité Ciudadano. Una mujer que había estado trabajando intensamente preguntó si era posible realizar una elección entre los presentes para conformar un nuevo Comité Ciudadano.

Ante la votación abierta, la mayoría decidió que así fuera. Se preguntó quién se proponía para fungir como Presidente, Secretario, Tesorero y Vocales de cuatro comisiones: salud, medio ambiente, educación y vivienda e infraestructura. Con base en la mayoría de votos se conformó el Comité Ciudadano.

  1. Reflexión de la transición del Comité Ciudadano

Como parte de mi experiencia en el proceso de transición del Comité Ciudadano “Coox muul Xiimbal” pude notar la importancia de cómo la comunicación de manera asertiva puede generar cambios importantes y benéficos para una comunidad. Cómo, al expresar sus ideas, adquirieron mayor seguridad personal. Reconocieron que expresar sus ideas les llevaba a generar consensos y prevaleció todo en beneficio común. Desde mi trabajo de facilitación en la transición de Comité Ciudadano, puedo compartir que la clave para lograrlo fue la escucha activa, empática y el fortalecimiento de su autoestima. La importancia de generar un pensamiento crítico y apoderarse de la palabra como medio para hacerse escuchar.

La invitación a la reflexión sobre la solución que cada uno podría dar a cierta situación, generar un ambiente en el que pudieran y expresar sin temor sus ideas y finalmente, decidir cuál era la acción a seguir. La escucha activa, en el sentido de Carl Rogers (Rogers, 1950), cuando plantea que las personas tienen el poder de generar soluciones a las mismas situaciones que expresan y ubicarlas como protagonistas de la mejora de su situación; como actores clave de su propio crecimiento personal a través de la escucha empática. Como facilitadora, prestar atención a las situaciones que planteaban, cuestionando sobre cuál podría ser la solución desde la misma persona y fomentando la autorregulación del grupo, fue una acción positiva. Al principio se mantenía una posición de resistencia al cambio, en la que argumentaban que “es muy difícil”, que “ya lo han intentado antes”, que “hay personas que no cambian” o “qué tal si digo algo y está mal”.

Mi trabajo en ese caso fue el de generar la reflexión sobre la situación que planteaban mediante preguntar ¿cuál sería una manera diferente de solucionar X situación? Muchas veces, realicé la misma pregunta con diferentes palabras. A través de preguntas se generaron diferentes ideas, dando como resultado una comunicación de cambio, creando una sinergia positiva entre los integrantes del Comité Ciudadano.

La idea de una era completada por otra, hasta obtener varias propuestas. Mediante consenso, entre todas elegían la mejor opción. De esta manera se eliminó la crítica negativa para fortalecer los diferentes liderazgos.

Otro ejercicio ejemplificado en la transición del Comité Ciudadano fue la propuesta de elegir una persona diferente para el cargo de presidenta y manifestarlo de manera abierta durante una reunión en la que asistieron la mayoría de los integrantes. Fue de suma importancia este hecho, pues en la historia del Comité la figura de la presidenta había sido considerada como inamovible, aun cuando en la práctica generaba insatisfacción y frustración.

La conformación de un Comité Ciudadano renovado presenta retos importantes para la comunidad de Santa Rosa. La transición de liderazgo unilateral a otro donde prevalece la horizontalidad, refleja las necesidades de la dinámica social que vive día a día la comunidad. Largo camino espera al Comité Ciudadano y a Santa Rosa de Lima. Por ahora la propuesta es “Coox Muul Xiimbal/ Vamos a seguir caminando”.

Bibliografía

FHMM (2010) Manual de metodología y participación. Antología de 10 años de experiencia comunitaria. Mérida, Yucatán. FHMM

Rogers, Carl (1966) Psicoterapia centrada en el cliente. Buenos Aires, Argentina. Paidós.

  1. Desde enero de 2013 colaboro en la Fundación Haciendas del Mundo Maya. durante ese mismo año participé en el diplomado “Formación de promotores en desarrollo humano comunitario” que contribuyó a mi formación profesional al conocer y trabajar con el Enfoque Centrado en la Persona. El presente ensayo es un ejercicio de reflexión de mi labor como facilitadora en la comunidad de Santa Rosa de Lima. Mi agradecimiento a aquellas personas que me han permitido un acercamiento a su persona, sucomunidad y realidad. Agradecimientos también a Araceli Espadas por compartir su experiencia en Santa Rosa de Lima para una mejor comprensión de su dinámica social. A Leticia Basulto por su apoyo, orientación y acompañamiento en el proceso de transición del Comité Ciudadano. A Neyfi Can por su orientación en las corrientes humanistas, para una mejor comprensión de los paradigmas que cambiaron la visión del Desarrollo Humano.
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