Bárbara Brennan
Traducción del Instituto Integra.
La vida está llena de transiciones que pueden ser vistas en cada nivel del campo energético humano y en todos los aspectos de nuestras vidas. Las transiciones se dan en tres fases principales. Primero está la fase de romper con el pasado, con lo antiguo. La segunda es un período de confusión en el que aprendemos a soltar las cosas, las personas, los hábitos, los sistemas los valores, y las creencias. La tercera fase es la formación de las nuevas conductas.
Cada una de estas fases requiere mucho amor así mismo, cuidado de nuestro propio self y mucho trabajo personal. El trabajo personal incluye a las tres “Ts”grandes: la transformación la trascendencia y la transmutación, para poder traer experiencias de vida más amplias y profundas, que sean el resultado de las transiciones de vida.
Desde el punto de vista espiritual, cada transición implica adentrarnos más hacia el Core propio o luz interior, y aprender a vivir nuestra vida con menos apego a las cosas y eventos externos que normalmente permitimos que nos definan. Nos volvemos más arraigados en el core de nuestro ser y vivimos desde ese lugar que es un centro de amor.
La primera fase de cualquier transición generalmente nos da miedo: nada es confiable y las cosas que nos hacían sentir seguros ya no están ahí y no podemos ver el futuro. Ahí es cuando nos confiamos en este profundo conocimiento de lo que es correcto para nosotros: no sabemos exactamente a donde ir y que hacer, sin embargo si sabemos lo que ya no queremos vivir, y que ya no queremos hacerlo de la manera que lo estábamos haciendo. Por lo tanto la primera fase de transición es una de esperanza; es la fuerza creativa que sale de nosotros por el séptimo nivel de nuestro campo.
Cuando el tiempo está madurado para crecer, el cambio es natural y se desdobla desde adentro de nosotros y nos hace más libre para crear y recrear nuestras vidas de acuerdo a nuestro propósito. Sentimos la expansión en nuestro pecho superior en la zona del alma y sentimos la transición que sale de nosotros.
En la medida que nuestro cambio está más cercano experienciamos un gran sentimiento de excitación y expectativas y sentimos que la fuerza creativa está muy fuerte, y que no importa qué es lo que tengamos que atravesar para lograr los cambios internos y externos que son el resultado de nuestro proceso creativo. Sentimos que nuestro cambio va a ser para bien. Esta fe es la fuerza creativa que sale de nosotros a través del séptimo nivel del campo.
Con el apoyo de la fe y de la esperanza, enfrentamos nuestro miedo de rendirnos. Nos movemos hacia el rendimiento ante la voluntad divina de Dios en la medida en que la fuerza creativa y ese proceso fluyen hacia el quinto nivel de nuestro campo. Esto significa que las creencias y moldes antiguos del quinto nivel se rompen y se alinean con lo nuevo.
Con este nuevo nivel de alineamiento divino, la fuerza creativa fluye hacia el cuarto nivel de nuestro campo y comenzamos a enfrentar los aspectos de nuestras relaciones con otros y nosotros mismos en donde nos hemos traicionado. Aquí hay mucho trabajo que hacer: estamos en este planeta juntos para aprender a amar en las relaciones al margen de las circunstancias. Esto requiere de un amor valiente y significa entrar al caos que significa nuestra vida pasada y verte por lo que eres: cuando nosotros le decimos no a nuestras antiguas traiciones, no sabemos que va a pasar. La esperanza, la fe, el arrepentimiento, el amor, y el coraje puede ser que se salgan por la ventana: puede que reinen la confusión y el miedo.
Nuestros miedos más profundos y nuestro dolor más profundo de no poder cambiar nuestros antiguos y poco saludables patrones, como nuestros estilos de vida, están siendo afrontados. Nos defendemos de nuestros propios juicios y la carencia de auto amor y tenemos lecciones emocionales. La vida se ve como un basurero. Es momento de entrarle al dolor.
En algún momento al principio de mi práctica de sanadora, sentía que sin importar el motivo de la queja que se presentara, siempre había un tema relacionado con “algún otro” que nos llevaba a tener un tema con nosotros mismos. Aún cuando fuera un tema muy simple como de un accidente en bicicleta en la curva mal tomada y que la persona se lastimara su hombro. Este hecho me sorprendía: todavía no había comprendido su profunda significado. Estamos en esto juntos para ayudarnos a clarificar por nosotros mismos la verdad acerca de nosotros mismos. Somos ayudadores que facilitamos y sanamos los temas personales de otros. En última instancia todos los demás son temas personales con nosotros mismos.
Nos formamos opiniones erróneas acerca de nosotros mismos en la infancia. Traemos temas de nuestras vidas pasadas y peleamos con estas ideas y opiniones que están adentro de nosotros y nos proyectamos hacia otros. Las cosas que no podemos ver en nosotros las vemos en otros. Cuando dejamos de proyectarles a otros nuestros temas los podemos ver enfrente de nuestra cara: son nuestros miedos más profundos de nuestro dolor más profundo de no tener la capacidad de cambiar nuestras creencias hábitos y formas de vida. Quizá pensamos que somos básicamente defectuosos y que no podemos mejorar cuando vamos y entramos en nuestro dolor, pero éste disminuye y se suaviza, nuestro amor nos lleva a la sanación y nuestros cuerpos se relajan, y el viaje hacia dentro de la transición puede estar completado. Descansamos y meditamos.
No sentimos universalmente conectados con toda la vida: estamos y somos uno con nosotros mismos. Nos centramos en la paz de nuestro core divino.
La fase del expansión del pulso de vida creativo, es un es un momento de aprendizaje para integrarlo. Esta es la fase práctica de reeducar la conciencia del niño en la medida que crece hacia la adultez. Esto toma tiempo y amor para aprender estas nuevas habilidades prácticas de vida, en la medida en que la fuerza creativa se mueve a través de los primeros tres niveles del campo: mejoramos nuestros cuerpos físicos y espacios donde vivimos, puede ser que cambiemos nuestros trabajos y nuestra rutina diaria y aceptamos y cuidamos el amor que tenemos hacia nosotros mismos de maneras nuevas. Esto nos trae nuevas puertas a través de las cuales podemos crecer hacia relaciones amorosas con otros. Nuestras relaciones crecen más hacia ser más maduras en la medida que nuestros hábitos pasados se sueltan y quedan atrás. Entonces nos movemos hacia un lugar de relación diferente con la divinidad. Con estos cambios nos movemos más y más hacia un mundo de servicio de sanación y de mejora del mundo en el que vivimos. Ya hemos visto cuál es nuestra parte en el status Quo y la hemos mejorado. Hemos disuelto algunas de las fronteras que supuestamente nos han mantenido seguros, y que de hecho nos han separado. Hemos cambiado nuestras fronteras por más raíces desde el core de nuestro ser. Expresamos individualidad positiva centrada en nuestra poderosa individualidad.
Cuanto más podemos reconocer estos ciclos de creatividad divina, tanto más fácil es poder atravesarlos: cuanto más practicamos, más fáciles; cuanto más recordamos que la última meta es identificarnos con nuestro core y desarrollar más cualidades del mismo, tanto más fácil es aceptar y rendirnos a los ciclos de vida y las transiciones que son parte de la misma.
La mayor parte del mundo está comenzando a pasar por una transición enorme: el miedo y el caos están libres. La mayor parte de gente no se siente segura. ¿Qué clase de de miedo viene hacia ti en este mundo de transición? Quien está pasando colectivamente por el miedo y el caos: es momento de que tú esperanza tu rendimiento, tu valentía y amor hagan la transición de manera suave, y sueltes y te sueltes para poder hacer tu parte en este mundo cambiante. ¿Que transición necesitas atravesar para acercarte hacia el core y hacia tu servicio personal para el mundo? ¿Cuál es tu anhelo para servir al mundo y que apoyo necesitas atravesar para atravesar tus ciclos de cambio para estar listo?
La escuela BSH está en transición grande: estamos empezando a pensar más acerca de la interfase con el mundo médico. Yo tengo un conocimiento más profundo de que el servicio al mundo es un aspecto de nuestro trabajo que nos va poner en otro nuevo inicio.
¿Cuál es tu anhelo? ¿Hacia dónde vas y que te toca?
Bárbara Brennan
