Dr. Psict. Dan Fleitman (ver curriculum)
La psicoterapia corporal se sustenta en la premisa de que cuerpo, mente y espíritu son una unidad, es decir, que cada una de ellas es manifestación de un mismo núcleo elemental. El objetivo principal de la psicoterapia corporal en este sentido es servir como un sendero a través del cual el individuo logra reconectarse con su verdadera naturaleza y experimentar plenamente la fuerza vital que fluye a través de él.
El reencuentro con nuestra verdadera naturaleza conlleva varios procesos:
1) Aprender o reaprender a escuchar el lenguaje con el que nos habla el cuerpo (sensaciones, tono muscular, postura, gestos).
2) Integrar a nosotros (a aquello con lo que identifico como yo) a nuestra sombra, en otras palabras a aquellas partes de mi que por alguna razón u otra he decidido ya sea de forma consciente o inconsciente exiliar y de mi y “aparentar “que no me pertenece.
3) El desbloqueo o la apertura de bloqueos corporales, o mejor dicho bloqueos energético-psico-corporales, ya que al desbloquearse un componente corporal existe la liberación no solamente física sino también la liberación de la energía psíquica y emocional contenida en ese sitio, además a partir de ese momento la energía vital logra fluir libremente.
4) La sanación a nivel de relaciones, sanar nuestras relaciones pasadas (mamá, papá, etc.) y la posibilidad de crear relaciones auténticas, amorosas y seguras.
Ahora bien, la psicoterapia corporal, como la gran mayoría de las corrientes psicoterapéuticas se ha enfocado principalmente en liberar (llevar del inconsciente al consciente) sentimientos, emociones y recuerdos creando de esta forma espacio tanto a nivel físico, como mental y emocional para que nuevas experiencias lleguen, es decir, ayuda a que el agua estancada y fétida comience nuevamente a fluir.
Las técnicas de desbloqueo utilizadas en la psicoterapia corporal por lo general son sumamente efectivas y nos ayudan a contactar material inconsciente que fue ajeno a nosotros mismos durante períodos largos, en múltiples ocasiones la sensación es la de descubrir capítulos enteros del libro de nuestra propia vida que habían sido enterrados.
La liberación del material psicoemocional que se hallaba fuertemente encapsulado, sin duda trae consigo la posibilidad de sanación y de equilibrio, por un lado nos permite tomar las riendas de aquellos caballos que en la oscuridad jalaban la carreta de nuestra vida sin que tuviéramos ningún control sobre ellos; el hecho de que esas experiencias estuvieran fuera de nuestro alcance consciente no significa que no determinaban de forma importante nuestro sentir y nuestro hacer, el llevarlas a la luz nos devuelve la capacidad de control de lo que sentimos y de lo que hacemos. Además como ya se mencionó, el liberar esas experiencias psicoemocionales permite que el flujo de la energía vital vuelva a su cauce.
El desbloqueo, la reintegración al nuestro ser de aquello que ha sido reprimido es sin duda esencial en el trabajo psicoterapéutico y es por eso que ha sido y es un componente fundamental en la psicoterapia corporal, sin embargo al emerger este material en múltiples ocasiones el paciente experimenta sensaciones y emociones sumamente intensas, estas pueden ir desde el miedo profundo, la ira, la desesperanza, la confusión, etc. En ocasiones la liberación del inconsciente parece ser más perjudicial que sanadora. Esto es entendible, si comprendemos que el material que estaba siendo reprimido y fuera del alcance de nuestro consciente al parecer tenía una buena razón para estar ahí guardado.
El elemento crucial que falta en muchas ocasiones no es el liberar el material psicoemocional reprimido; como ya se expuso, las técnicas psicocorporales funcionan sumamente bien en este respecto; el elemento crucial faltante es el cómo me relaciono con aquello que fue desbloqueado, desde que posición lo observo, como logro sentirlo sin que me destruya.
La Meditación Mindfulness, es una meditación de origen budista la cual ha sido retomada y estudiada ampliamente por sus efectos positivos tanto a nivel físico como mental, esta parece ser de gran utilidad dentro del trabajo psicocorporal.
En nuestro caso, referente al material psicoemocional desbloqueado y sus posibles efectos colaterales la práctica del Mindfulness nos capacita con elementos indispensables para que el desbloqueo psicocorporal sea en realidad un suceso de sanación.
Los 2 elementos a los que me refiero son la Presencia y la Ecuanimidad.
Con Presencia nos referimos a la capacidad de encontrar la distancia correcta desde la cual acompañar a la experiencia interior (en nuestro caso aquello que se desbloqueó), este posición correcta está suficientemente distanciada de la experiencia misma evitando que el observante pierda el “equilibrio” evitando así reacciones intensas e inmanejables de ira, miedo o confusión; al mismo tiempo esta posición se encuentra lo suficientemente cerca de la experiencia interior como para poder sentirla plenamente.
A través de la práctica del Mindfulness aprendemos a colocarnos en esta posición que al mismo tiempo es “parte de todo y testigo al mismo tiempo”.
El segundo elemento que desarrolla el Mindfulness es el aspecto de la Ecuanimidad, por ecuanimidad nos referimos a la posibilidad de reconocer la realidad tal como es sin calificarla, juzgarla o criticarla, la ecuanimidad es la posibilidad de dejar a un lado nuestros prejuicios e ideas sobre algo, alguien o nosotros mismos y permitirnos experimentar la realidad de la forma más honesta y limpia.
El desarrollo de la ecuanimidad viene a ser un elemento imprescindible en el ámbito terapéutico ya que es a través de ella que logramos poco a poco, paso a paso el reconocimiento, la aceptación de nuestra propia sombra, la posibilidad de que aquello que se ha mantenido en la sombra dentro de nosotros se atreva a mostrarse depende de que aquello no se sienta juzgado o criticado, a nadie de nosotros le gusta presentarse frente a una mirada crítica y juzgona.
En resumen, el trabajo psicocorporal se ve sumamente beneficiado cuando los elementos de Presencia y Ecuanimidad surgen en el espacio terapéutico, que estén presentes o no depende principalmente de la capacidad del terapeuta de sostener esa distancia correcta y esa postura ecuánime ante los elementos y las experiencias que trae consigo el paciente.
Es por eso que la práctica cotidiana de la Meditación Mindfulness es hoy de sumo valor tanto para el paciente como para el terapeuta.
Dr. Dan Fleitman Broder
Psicoterapeuta corporal transpersonal
Bibliografia
Daniel J. Siegel, Mindfulness y Psicoterapia: Técnicas practicas de atención plena para psicoterapeutas, Paidos Iberica, 2012.
Steven C. Hayes, Terapia de Aceptación y Compromiso: Proceso y Practica del Cambio Consciente, Desclee de Brouwer, 2014.
Alexander Lowen, El Lenguaje del Cuerpo: Dinamica Fisica de la Estructura del Caracter, Herder, 1995.
