Rocio Aguirre Alvarez (click para ver curr.)
Séptima generación
Este tema es tan amplio y explorable desde tantas perspectivas que da incluso origen a libros completos; sin embargo, mi intención es tratar este tema desde el enfoque de la “busqueda de la totalidad”, haciendo referencia a algunos textos y a mi propia experiencia vivencial de este tema.
Al iniciar el semestre, mi primera pregunta fue “¿qué significa ‘transpersonal’?” como buscando una respuesta única y simple al inicio y darme una probadita de lo que sería el resto. La respuesta fue efectiva y simple “significa ‘más allá de la persona’..”…y mi reacción interna fue algo así como….”pero si todo es más allá de la persona….definido por nuestras relaciones y desde nuestra interacción con otros y con el mundo…”, y si bien es también cierto, mi respuesta no reflejaba entendimiento documentado y completo del concepto “transpersonal” y de qué significa tener conciencia de ella. De tal forma que al termino de este semestre, me siento con el compromiso de poner ese granito de arena a mi propia respuesta.
El 70% de los artículos y lecturas giran, obviamente, alrededor de este tema, pero hay un grupo pequeño de ellos con especial impacto en mi claridad de todo lo que esto abarca y de cómo aunque no tuviera en mi cabeza la definición ideal, esto era algo que ya estaba integrado y experimentado en mi propio sistema.
Frances Vaughan menciona que “la espiritualidad existe en el corazon de hombres y mujeres” sin importar raza, credo, religión, etc. Abriendo la entrada a una dimensión trascendente que da sentido y propósito a la existencia, y hace la separación entre los conceptos de espiritualidad y religión, tan comunmente confundidos, como si la religión fuera el único camino doctrinal y ordenado a la espiritualidad, “mientras que la espiritualidad es esencialmente una experiencia subjetiva de lo sagrado, la religión implica la adscripción a un grupo de creencias o doctrinas que están institucionalizadas” y a mi me gustaría agregar que si a través de la religión se llega a la espiritualidad y a la conexión con el todo – bien – pero seguir la religión no implica necesariamente llegar a ese destino – incluso el Dalai Lama habla de este punto en el artículo relacionado con Medicina y Compasión.
A lo largo de diferentes semestres y temas, hemos reconocido como lo que causa sufrimiento es el “no pertenecer” y el considerarnos separados de la totalidad y de nuestra propia unidad. Así pues, dice Vaughan, la espiritualidad subyace tanto en los impulsos personales hacia el crecimiento y sanación como en muchas empresas creativas, culturales y sociales. Y es precisamente en esta búsqueda que podemos perder la brújula y el sentido – perdernos o confundirnos en el proceso – como si la espiritualidad fuera una meta y no un proceso, y tropezamos con nuestras propias barreras, entendidas como desviaciones de la espiritualidad sana, a decir algunas:
· el optimismo a ultranza y la abdicación de las responsabilidades personales, (evadir, huir, evitar) en la búsqueda de sensaciones temporales de bienestar.
· La negación o evasión a través de problemas psicológicos y reales en tiempo presente
· La relación con cuerpo, dinero, sexo o poder
· El autoengaño, la duda sobre uno mismo, el miedo al autoconocimiento, la culpabilidad, la codicia y la cólera.
· Negación de la sombra
· Sentirse especial espiritualmente
· Idolatría
Pero qué es entonces la espiritualidad sana? Acaso definirla y acotarla no es un error per se y otra doctrina? Parece que no cuando esta se explica por integridad personal basada en el autoconocimiento y en una disposición de ver las cosas como son, y dice “La atención a todos los aspectos de la vida con amor, compasión y apertura de la mente es una consecuencia más natural de una espiritualidad psicológicamente madura”, basándose en experiencias antes que en el dogma y respetando los derechos de cada individuo, contexto y sobre todo, su proceso. Los atributos a tener presentes en este camino son:
· Autenticidad
· Soltar el pasado
· Enfrentarnos a nuestros temores
· Comprensión interior y perdón
· Amor y compasión
· Comunidad
· Conciencia
· Paz
· Liberación
En esta búsqueda de la totalidad, utiliza un ejemplo fantástico, el de la cruz como representación “de la dimensión vertical de la experiencia, arraigada en la historia personal y orientada hacia lo trascendente, equilibrada por la extensión horizontal conectada a los demás y a toda la biósfera. La totalidad se revela en el punto de intersección donde los opuestos no están en conflicto sino en armonía. Es la intersección de lo temporal con lo eterno, lo finito con el infinito y lo personal con lo transpersonal cuando experimientamos nuestra espirtualidad escencial y nuestra totalidad”
Con este antecedente, queda establecido que puede haber desviaciones en el camino, pero la necesidad natural que tenemos todos de sabernos pertenecientes a un todo envolvente, seguirá guiando la ampliación de nuestra conciencia más alla de la persona misma.
Jack Kornfield, en su libro “The Wise Heart”, va de lleno al tema de la conciencia y sus dimensiones, dando salida a las posibles preocupaciones por “equivocarnos” en el camino y dice “la conciencia es aquello que sabe y aquello que experimenta” y profundiza en el tema de “mindfulness” como el origen de la sabiduria mucho más allá de nuestra mente y sus limitaciones de entendimiento racional. Explica que la conciencia es como un espejo que refleja todo y aun así permanece inalterado, luminoso, sin mancha y pacífico.
Pero tampoco deja la conciencia como algo allá lejano e inasible, sino que explica como ésta tiene dos dimensiones, aquella que es la conciencia del momento y la partícula, y aquella que tiene la semejanza o naturaleza de cielo abierto como el espejo…pase lo que pase..el cielo no deja de ser cielo y el espejo no se altera. Yo interpreto esto como la maestría del “vaiven” de lo particular y asible a lo general –total – inalterado y transpersonal.
Viene entonces el tema de la esencia – qué somos – quienes somos? Y entonces la respuesta lleva a qué tan concientes estamos y somos de nosotros mismos, de vernos como esa partícula o como ese todo … porqué no ambas? Y es precisamente eso lo que somos la partícula y el todo. En el estudio de la partícula es donde cuadra tener conciencia de nuestro ego, nuestra caracterología, temores, sueños e historias y sin embargo esto es solo la partícula de un todo que también somos.
Varios autores de los artículos vistos en el curso, hablan entonces de la meditación o la oración para mantener “aceitado” y “abierta” a través de la atención plena, la carretera entre estas dos dimensiones nuestras, de nuestra conciencia. Por eso podemos de repente vivier algo intensamente y luego observarlo desde afuera, o preguntarnos “quien está confundido” “quien está enojado” y al dejarnos descansar en esa conciencia espejo o inaltaerada – en el “knowing” – dejamos de perturbarnos y podemos encontrar paz y quietud aun en medio de circunstancia difíciles y confusas, y lo explica Kornfield “ Podemos ver el baile de la vida, y bailarlo divinamente, y aun así no quedarnos atrapados en el. En cualquier situación, podemosa abrirnos, relajarnos y ‘regresar´a la naturaleza sky-like de nuestra conciencia.
Reforzando el tema, Grof menciona que para comprender el reino de lo transpersonal, hay que ir más allá de la creencia de que la conciencia es un producto del cerebro humano confinado en el interior de la estructura ósea de nuestro cráneo y que es el fruto de nuestra vida individual.
Lo maravilloso del artículo de Grof es que plantea espectacularmente “cada uno de nosotros está conectado y, al mismo tiempo, es una expresión de la totalidad de la existencia…….debemos reconocer que nuestra vida no está determinada exclusivamente por los estímulos ambientales inmediatos que hemos recibido desde el momento del nacimiento, sino que también se halla modelada por influencias ancestrales, culturales, espirituales y cósmicas que trascienden, con mucho, el horizonte que nos ofrecen los sentidos físicos.”
Conecto a Ken Wilber con el planteamiento de Grof, quien explora como nosotros vamos poniendo nuestros propios límites al “quien soy” y “hasta donde” llega mi conciencia. Cómo defino el yo mismo y cómo busco un sentimiento de identidad y tendemos a querer ponerle una frontera y una definición. Así mismo, y conectando con el articulo inicial de Vaughan en cuanto a la naturaleza humana en la búsqueda de la espiritualidad, plantea como esta línea fronteriza se va recorriendo en nuestras crísis de identidad cuando ya no puedo decidir como o dónde trazar esa línea de quien soy..y se da un desplazamiento de esa línea. Mi piel, mi imagen, mi cuerpo mi mente..todo va siendo incluido conforme se va ampliando esa frontera de la conciencia hasta llegar al nivel de la conciencia de unidad donde “lo que uno es y lo que uno no es se convierten en ‘una totalidad armoniosa’.” Si bien el artículo está muy enfocado a como alinear las distintas disciplinas psicoterapeuticas al “nivel de conciencia” del individuo (como herramientas que “aceitan y abren caminos”), mi intención es usarlo aquí como referencia de la expansión de la conciencia hasta lo más allá- lo transpersonal
Retomemos entonces el tema inicial de este trabajo : la expansión de la conciencia transpersonal en la búsqueda de la totalidad.
Entonces, ¿lo transpersonal empieza donde acabo yo? (¿y dónde acabo yo? -¿Quién soy?) – y esta es mi respuesta: Soy UNO y soy TODO – lo particular y lo general – lo concreto y lo abstracto – lo que entiendo y lo que no entiendo – lo que estoy listo para ver y también lo que está ahí y no veo. Lo transpersonal es más alla de la persona, pero no por los límites o líneas fronterizas que pongamos, sino porque concientes o no, formamos parte de un todo al que iremos teniendo acceso conforme nos mantengamos en la búsqueda.
Es precisamente en este camino que encontré años atrás tres autores y un libro que sacudieron todas mis creencias y cimientos acerca de quien soy y me llevaron a integrar lo transpersonal como algo permanente en mi vida y en mi conciencia de totalidad. En otras palabras, me ayudaron a encontrar la ruta y el “aceite” para conectar mi particularidad e individualidad con algo mucho mucho más grande que también soy y del que soy parte – la totalidad.
1. La Biblia – Sobra decir la importancia de este texto en la historia de la humanidad. Lo traigo a colación porque conecta con el planteamiento inicial de Vaughan acerca de la religión y la espiritualidad. A lo largo de lo que dicen sus textos, miles de veces se menciona como estamos hechos a imagen y semejanza, como tenemos miles de dones y abundancia, bondad y compasión infinitas. Dios, quien representa la totalidad, está en todas partes incluso en nosotros mismos. Sin embargo, el planeamiento de la Iglesia (y no de las Sagradas Escrituras) y su distorsión a través de los siglos tiene para mi un error fundamental – plantea que Dios está afuera, lo que nos lleva a buscar la totalidad a través de la busqueda de Dios afuera de nosotros. Esta desviación es la causante, para mi, de sentirnos separados de un Todo. Sinceramente creo, que Dios está en todos lados y nosotros formamos parte de toda esa divinidad. Entenderlo e integrarlo, me permite recurrir a esta bondad y amor cuando se me olvida quien soy y de dónde vengo.
2. El texto que quiero compartir ahora, es un reforzamietno de la idea de que somos una partícula delo infinito con toda su luz y bondad y hemos decidido venir a este mundo para vivir y experimentar.Para agregarle sabor al texto, es muy importante mencionar que se trata de una canalización. Creer en esto siendo católico, genera ruido, pero haciendo conexión con el tema de los límites y de la espiritualidad vs la doctrina religiosa, hace sentido saber que somos parte de una sabiduría universal que nos habla a través de mil formas, y esta es solamente una más. En el libro “Pide y se te dará” de Esther y Jerry Hicks, canalizadores de Abraham – un grupo de conciencias – nos hablan casi de manera personal para recordarnos quienes somos y porqué estamos aquí, en este tiempo y espacio. Si bien, tal como plantea Vaughan, puedo uno desviarse en la idolatría o en otras tendencias, este libro está enfocado a sentirse bien y abundante recordando nuestro origen de luz y cito “Así pues, te encarnaste en este maravilloso cuerpo en el recuerdo de la alegre y poderosa naturaleza que eres, consciente de que siempre recordaras el esplendor de la Fuente de la que procedes y de que nunca podrás perder esa conexión”. El planteamiento gira alrededor de nuestro deseo de estar en esta tierra para experimentar gozosamente cualquier suceso, aunque sea de enfermedad y penuria o de salud y bienestar, motivando nuestra conciencia de lo particular y la totalidad, de la impermanencia de la situación actual y de nuestra sincrónica y atemporal conciencia de unidad para accesar estados de mayor bienestar.
Este texto tuvo un efecto mágico y un buen rato de confrontación de creencias, pero sin importar que tanto entiendo todo y como vaya integrándolo en mi, sin duda tuvo que ver con mi propia expansión de la conciencia transpersonal. Soy parte y vengo de un todo y me rodean “eones” de sabiduria universal accesibles y disponibles.
3. El tercer autor es Wayne Dyer. Conocido por haber empezado como psicólogos y hacer planteamientos famosos de las “zonas erróneas”, su biografía expone que “su inspiración fue la rama de la llamada Psicología humanista, y en concreto, Abraham Maslow. Esta pretendía ser el 4º paradigma, después del Psicoanálisis, la Psicología conductista y la Psicología cognitiva. En sus primeros libros, esta influencia se muestra en su creencia en las posibilidades de desarrollo de la persona más allá de “la normalidad”, para llegar a desarrollar todas nuestras potencialidades como seres humanos (persona “sin límites”), en lugar de centrarse en tratar la enfermedad o el trastorno para situarse en la normalidad, como hacen las otras teorías psicológicas” Al leer el párrafo anterior hace completo sentido con lo que hemos leido de Wilber, Kornfield, etc y sin embargo, el lenguaje y contenido de Dyer es cercano y accesible. A diferencia de “El Secreto” y otros textos que abarcan esta temática pero la dirigen a la mina de oro y de “tener” cosas materiales y éxito como consecuencia de una “espiritualidad alineada y sana”, Wayne Dyer habla del bienestar como producto de un acercamiento a la espiritualidad y a la sana creencia de que somos infinitamente poderosos y originados en la luz y centro de todo. Sus raices psicológicas le permiten “hablarle a la persona” y simplificar el contenido de algo que pudiera ser tan complejo como lo transpersonal. Constantemente menciona como estamos viviendo nuestra vida y al mismo tiempo afectamos, formamos y existimos en un todo interrelacionado.
En su libro “The Power of Intention”, incluso haciendo referencia a muchos sabios y maestros en la historia humana, sin importar el credo, conecta muchos de los elementos que hemos revisado: Energía, vibración, confianza básica en quienes somos sin culpar más a los orígenes, el manejo del ego y los poderoso de tener y alinear con el universo, nuestra intención.
Menciona de qué forma el Ego es una barrera para la espiritualidad, tal como Vaughan, y propone 7 pasos para “debilitar” el control que nuestro ego tiene en nostoros:
1. Dejar de sentirnos ofendidos
2. Soltar nuestra necesidad de ganar
3. Soltar nuesta necesidad de estar en lo correcto
4. Soltar nuestro deseo de ser superior a
5. Soltar nuestra necesidad de tener más
6. Dejar ir nuestra auto-identidad basada en nuestros logros
7. Soltar nuestra “reputación”
Y a lo largo de los capítulos va hablando de estar conciente de nuestro dialogo interno, acciones diarias (atención plena) como vehículo para realinearnos internamente y construir nuestra confianza en lo que también somos pero es más grande que nosotros (uno) por ser la suma de todo lo que es y hay.
Finalmente hay un capítulo que él llama “ Intention and Infitity” y dice “Has emerigdo thel campo universal de la Creación ha la que yo le he llamado intención…tu emanaste de esta universalidad…infinita..Tu habilidad para conectarte con lo eterno y al mismo tiempo vivir en el aquí y el ahora..determinaran que sigas conectado a tu intención.” [1]
De tal forma que si sucesivamente seguimos buscando información, texto perspectivas, nos encontraremos con Susan Thesenga y Eva Pierrakos, Ramtha, Tobías, Crimson Circle, la leyenda de los registros Akashikos y una gran cantidad de fuentes de información en la tierra o via canalizaciones, que en tiempos, lenguajes, momentos distintos comparten este mensaje de pertenencia…por lo tanto la existencia y publicación de estos textos, per se, significan que la expansión de la conciencia transpersonal de la humanidad está sucediendo, con sus riesgos, desviaciones o imperfecciones, pero de igual forma es prueba fehaciente de que esto simplemente es.
Así que en la medida que profundizamos en los temas de esencia y dfinición del yo, pero al mismo tiempo esta identidad trasciende nuestro ego, vamos conectando con una identidad expandida e invariablemente se produce una transformación.
El surgimiento de la Psicología Transpersonal, acompaña al reconocimiento conciente de lo transpersonal y se expande junto con ella. De acuerdo a lo publicado en el Portal de Psicología Transpersonal “es la disciplina científica que investiga sobre las experiencias transpersonales, procesos y eventos“Psicología Transpersonal (o ‘Cuarta fuerza’) es el título dado a una fuerza emergente en el campo de la psicología por un grupo de psicólogos y profesionales hombres y mujeres de otros campos que están interesados en el potencial y capacidades últimas del ser humano que no tienen un lugar en la psicología conductista o positivista (‘Primera Fuera’), en la teoría clásica psicoanalítica (‘Segunda Fuerza’), o en la Psicología Humanista (‘Tercera Fuerza’). A lo largo de otras definiciones podemos encontrar también, experiencias fuera del cuerpo, experiencias cercanas a la muerte, memorias de vidas pasadas, estados alterado, expandidos o no ordinarios de conciencia, amor, compasión, fusión con los otros, canalización, voz o guía interior, proceso creativo, iluminación, sincronicidad, capacidades psíquicas, etc.”
Para cerrar, cito con un comentario publicado en el mismo portal, donde se puede entender la comunión que se plantea entre la conciencia transpersonal y la psicología que la acompaña:
“La teoría transpersonal, sin embargo, no es meramente otra disciplina académica. La visión transpersonal es una forma de pensar y de vivir el yo, los otros y el mundo que se puede manifestar de maneras diversas no sólo en los estados transpersonales, sino también en las relaciones, comunidad, sociedad, ética, educación, política, filosofía, religión, cosmología y en casi cualquier otra área del pensamiento, del sentimiento y de la acción humana. Es decir, la teoría transpersonal puede aportar un nuevo entendimiento y transformar prácticamente cualquier fenómeno en el que participen los seres humanos. Cuando digo que la visión transpersonal puede transformar el mundo, no estoy hablando en términos poéticos o metafóricos. Lo que estoy proponiendo es que la intención final de cualquier visión transpersonal genuina no es la elaboración de modelos teóricos para comprender los fenómenos transpersonales, sino engendrar una realidad intersubjectiva comparativa, una realidad transpersonal. La meta última de la visión transpersonal es facilitar el nacimiento de un mundo transpersonal” (Ferrer, 2002, p. 35). [2]
En conclusión, es en la búsqueda de la totalidad, de la unidad, de la conciencia expandida y de cielo abierto, que se llega a comprender y expandir la conciencia transpersonal, donde hay un sentido de conexión y permanencia reveladora y sanadora que tiene un efecto directo sobre el entendimiento y aceptación de quien somos y nuestra conciencia de identidad individual…la particula y el cielo no son dos cosas, son la misma en diferentes dimensiones.
BIBLIOGRAFIA
a) “Pide y se te dará”. Esther y Jerry Hicks, Ed. Urano,2004.
b) “The Power of Intention”. Dr. Wayne Dyer, Ed. HayHouse, 2004.
c) “The Wise Heart”. Jack Kornfield, 2008 (Carpeta Integra)
d) “Mas Allá del Ego”, Dalai Lama. (Carpeta Integra)
e) “Conciencia sin Fronteras”, Ken Wilber, Ed. Kairos, 1988. (Carpeta Integra)
f) “La Piscología Transpersonal”, Grof Stanislav, Ed. Kairos, 1994. (Carpeta Integra)
g) “Visión transpersonal, La evolución de la conciencia”, Frances Vaughan, Ed. Kairos, 1988. (Carpeta Integra)
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[1] “The Power of Intention” Wayne Dyer, Ed. Hay House. Page 112