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Arcoiris de oportunidad

Arcoiris de oportunidad

FABIOLA DEL CARMEN OCAMPO MORALES
Venustiano Carranza, Chiapas.


Yo pongo mi arco en las nubes y este será prenda del pacto entre mi y la tierra.”
Génesis 9:13

“Dios dijo: Hágase la luz! Y se hizo la luz, y con la luz llegó la vida y, a través del prisma de la vida, se revelaron los colores del espectro, cada uno con su especifica vibración y longitud de onda, y sus propias cualidades de sanación.”

Vicky Wall, la terapia de Aura-Soma

Todos los aspectos de la divina creación: flores, selvas, tierra, mar etc pueden ser fuentes de sanación. Cada una de esas energías vivas tiene su propio propósito y poder. El amplísimo campo de la sanación tiene muchas facetas repartidas entre aquellos que están en sintonía en todos los niveles de conocimiento. Así el hábil jardinero desempeña su papel sanando la tierra, atendiendo a las plantas, añadiendo a su conocimiento intuitivo una efusión de amor creativo. El farmacéutico antiguo usaba y conocía bien la alquimia del mundo vegetal, controlando y transmutando sus energías vivas para la sanación del reino animal y de los humanos.

Las plantas aportan sanación de distintas formas. Unas por su simpar belleza, nos dan una promesa de nueva vida, nuevas esperanzas y una elevación del espíritu, otras ceden parte de su vida eterna, la esencia de su ser, para la sanación, algunas pueden sanar por potencia vibratoria de su color en relación con las longitudes de onda de los chakras.

También están los clarividentes y aquellos que son capaces de ver a través del velo, porque ellos no están mediatizados por el concepto humano del tiempo. El pasado y el futuro no son más que deslices en el tiempo. Su don, cuando es usado correctamente, puede ser una fuente de sanación holística, que trata las necesidades del cuerpo, mente y espíritu.

Ahora cuando se usa la palabra sanador, todo el mundo lo asocia inmediatamente con la imposición de manos. Esto es cierto para muchos sanadores, yo he visto en este modulo y en un taller anterior de sanación y en la tele en Discovery Chanel, este tipo de sanaciones y me ha impactado el silencio, la solemnidad con la que pasan las cosas, he sentido en mi propio cuerpo el proceso, y me he dejado tocar como si ángeles guiarán el contacto con las manos.

Si bien, el saber escuchar puede aportar tranquilidad, la liberación de frustraciones, amargura, aprensión o profundos trastornos internos. Puede no ser espectacular, o una sanación instantánea, pero el proceso se ha iniciado, la necesidad de amor es universal. Una bienvenida, un contacto cariñoso, una sonrisa, forman parte de ello. La puerta hacia la sanación es la dedicación y el amor es la llave que la abre. Estas líneas de pensamiento son estudiadas y seguidas por los que saben, los llamados pensadores de la Nueva Era, que son conscientes de la importancia de la sanación a través de los sentidos de la vista, del olfato, y del oído: color, aroma y sonido.

Recuerdo hace unos años en esas horas de la noche que me paso de cibernauta, buscando una información fui de link a link, y llegue a una página llamada Aura- Soma, me llamo la atención y me impacto saber el uso de los colores para sanar, y a muy distintos niveles, desde ahí empecé a prestar más atención a los colores y chakras.

Obviamente para mí todo esto ha sido muy impactante, porque en el pasado muchas veces creí que mi seguridad estaba en mi intelecto más que en mi intuición. Y bueno pues he vivido este proceso en carne viva y sé que el cuerpo y su composición son simplemente el templo en que habita el Yo eterno, es un estuche para la autentica armonía del alma. Sin embargo es justo lo que va mas allá de esa composición lo que crea la magia y en ese nivel el amor como en la sanación es revelado, y sé que el alma es una luz verdadera, lo que hace el milagro.

El filosofo contemporáneo Osho, en su bello libro: Equilibrio mente – cuerpo, dice: “El cuerpo es sabio. Si consigues entrar a fondo en el cuerpo justo en todas esas profundidades encontrarás tu alma. El alma está escondida en las profundidades del cuerpo. En la antigüedad los alquimistas intentaban transformar metales básicos en oro, tu cuerpo lo hace mucho mejor: está transformando en sangre, en huesos, todo tipo de porquerías que no dejas de arrojarle dentro. No solo en sangre y en huesos: de toda esa porquería hace tu cerebro. De tu helado, de tu coca cola, sigue formando tu cerebro, un cerebro que puede crear un Albert Einstein, un Buda, un Lao Tze. “

Obviamente en este tiempo tan revuelto, hace falta una nueva educación en la que todo el mundo debe estar preparado para ser compasivo con su propio cuerpo. Claro que hay toda una cultura, religiones, y cosas por el estilo que son antagónicas a este pensamiento, pero la terapia psicocorporal me ha enseñado que el cuerpo es un vehículo, es neutral, donde sea que quieres ir, él está listo. Es una maquinaria de inmensa complejidad, belleza, orden. Y una vez que cambia la actitud respecto al cuerpo, resulta más fácil entrar, porque el cuerpo se abre a ti. Te permite entrar, comienza a revelar sus secretos, la historia de quien soy, y en qué momento deje de respirar o empecé a vivir temblando, o a vivir con trauma. Para esto hay que prepararse, para sanar y transformar lo bloqueado, lo reprimido, lo creído, lo mentido, lo “está bien, no pasa nada”, lo llorado y lo no llorado, el silencio, el ruido, el grito, el golpe, etc.. Caroline Myss dice en su libro La medicina de la energía, que “la biografía se vuelve biología.”

Citando nuevamente a Osho: “La ciencia moderna está basada en cadáveres y su disección. Hay algo en ella básicamente erróneo. Todavía no ha sido capaz de conocer al cuerpo vivo, no encuentra el modo de saber sobre el cuerpo vivo. El único modo que conoce consiste en despedazarlo, en cortarlo, pero en el momento en que lo cortas, ya no es el mismo fenómeno. Su cualidad es diferente.

Muere un poeta, el cadáver está ahí, ¿pero dónde está la poesía? Muere un genio, tenemos su cadáver ¿pero dónde está el genio? El cadáver de un idiota y el cadáver de un genio son lo mismo. Al diseccionar un cadáver, no serás capaz de saber si pertenecía a un genio o a un idiota, si pertenecía a un místico o a alguien que nunca fue consciente de ningún misterio de la vida. Resultará imposible porque estás mirando simplemente la casa, pero el ser que habitó en ella ya no está allí. El mejor modo es penetrar en el interior de ti mismo, y mirar tu propio cuerpo desde ahí, desde la parte más interna de tu ser. Entonces resulta extraordinario, solo de ver su funcionamiento, su tic tac, es el mayor milagro que ha ocurrido en el universo.”

Con estos últimos párrafos me adentrare a lo estudiado en el último módulo: Yo creo que se puede comparar al cuerpo humano con una pequeña fábrica, llena de actividad, con sus almacenes. Las células de nuestro cuerpo son unidades de producción que se ocupan de suministrar los materiales necesarios para la salud y armonía. Constituyen igualmente unidades de eliminación que funcionan como estaciones depuradoras de sustancias de desecho, o no deseadas, El Creador, Dios, La inteligencia infinita, o como nos guste llamarle a la sensación de que hay algo o alguien más grande capaz de hacer magia con tanta pasión, ha diseñado nuestro cuerpo como una unidad con capacidad de autorregeneracion y autosanacion. Los componentes, sin embargo, requieren mantenimiento como las piezas de un coche, y si cualquier órgano está sobrecargado, el almacén se queda sin material de repuesto y no puede soportar la sobrecarga.

El Yoga y otras técnicas orientales preconizan que dentro del cuerpo humano existe una gran columna de energía móvil, integrada por 3 canales principales que van desde la parte superior de la cabeza hasta la base de la espina dorsal. En los puntos de intersección de esos canales se forman círculos o centros de energía, esos centros se llaman Chakras. De los cuales estudiaremos los siete más importantes.

Si bien, el número siete aparece frecuentemente en muchos aspectos de la filosofía, la tradición y el arte oriental y occidental por ejemplo:

• La Tierra fue creada en siete días.
• La semana tiene siete días.
• El mes lunar tiene siete por cuatro (28) días.
• La escala musical tiene siete notas.
• El espectro cromático tiene 7 colores.
• La Biblia se refiere a la duración de la vida como setenta (siete por diez) años.
• La piel tiene siete capas.
• Se dice que el cuerpo físico también se renueva cada siete años
• Existen siete glándulas endocrinas.
• Existen siete centros espirituales principales, o chakras, que son las semillas de las que surgen los siete cuerpos densos y sutiles.
• Existen veintiún chakras menores (siete por tres).
• Existen setecientos (siete veces cien) puntos principales de acupuntura y reflexología.

Probablemente podría pensar en varios ejemplos más, reales o inventados. La filosofía oriental habla de los siete cielos o niveles de existencia, después de la muerte del cuerpo físico. Se dice que Gautama Buda llego al Nirvana (el séptimo cielo) estando en meditación en el plano terrenal. El número siete se menciona en la Biblia innumerables veces, en el libro del Apocalipsis el número siete se menciona en no menos de 34 ocasiones, incluyendo varias referencias a los siete espíritus que el Hombre (y por supuesto la Mujer) posee. También es un número sagrado para el Judaísmo, que indica la perfección o la compleción de las cosas, y se usa simbólicamente para describir la totalidad.

El estudio de los chakras requiere toda una vida de dedicación. Ciertamente investigadores en la materia insisten que nuestra mente tiene todo el poder para influir en ellos. Las principales filosofías que abordan el tema de los chakras son: la hindú, la teosofía, la Nueva Era y diversas aproximaciones occidentales basadas en combinaciones con las anteriores.

Chakra es una palabra sánscrita que significa rueda o vórtice y hace referencia a los centros de energía que componen nuestra consciencia y nuestro sistema nervioso. Estos chakras o centros de energía, funcionan como bombas o válvulas y regulan el flujo de energía a través de nuestro sistema energético. El funcionamiento de los chakras refleja las decisiones que tomamos al reaccionar ante las circunstancias de nuestra vida. Abrimos y cerramos estas válvulas cuando decidimos qué pensar y que sentir, y cuando escogemos el filtro perceptivo a través del que queremos experimentar el mundo que nos rodea. Éstos constituyen la autentica esencia del aura, o campo energético humano del que habla Barbara Brennan, y para asegurar que las energías fluyan armónicamente, que la totalidad del ser: cuerpo, mente y espíritu esté en sintonía cada chakra debería estar abierto y equilibrado. Es tan simple que es sencillamente asombroso. Funciona en forma análoga a la sintonía de un radio o una televisión. Cada uno de ellos, controla una zona específica del cuerpo y se supone que al aplicar el color adecuado, cuya longitud de onda es la clave del chakra que necesita ayuda, se refuerza la longitud de onda debilitada. De esta forma ayudamos a poner en marcha los procesos regenerativos y de sanación dentro de las propias células del cuerpo, como una cuestión de demanda y suministro, y un reequilibrado del cuerpo. Bienestar es estar bien equilibrado.

Los chakras no son físicos. Son aspectos de nuestra conciencia, como las auras. Interaccionan con el cuerpo físico a través de dos vehículos principales: el sistema endocrino y el sistema nervioso. Cada uno de los siete chakras está asociado a una de las siete glándulas endocrinas, y a su vez con un grupo de nervios llamado plexo.

Cada chakra tiene una estructura diferente, que depende de la edad de la persona en cuestión, podemos comparar su forma general con la de un cucurucho de helado invertido, con el extremo estrecho sujeto al cuerpo físico. El aspecto más importante que debe conocerse del chakra es que la anatomía y la función de cada uno son muy diferentes. Solo sintiendo y tomando conciencia de sus diferencias en estructura y función se empezará a entender su importancia clínica y terapéutica. Los chakras existen verdaderamente. Resulta extremadamente difícil ensalzar las virtudes de la energía sutil invisible contando con muy pocas pruebas científicamente.

Entre sus funciones están 3 más importantes:

•Vitalizar y armonizar los cuerpos físico, etérico y emocional
•Facilitar el desarrollo de la autoconciencia
•Transmitir energía espiritual, llevando al individuo hacia un estado espiritual.

Así mismo los chakras pueden desequilibrarse de 3 maneras diferentes: congestionándose, sobreestimulándose o descoordinándose. A menudo, estos estados de desequilibrio no aparecen solos, sino en combinación con otros.

Cuando el funcionamiento de los chakras es normal, cada uno de ellos estará abierto, girando en el sentido de las manecillas del reloj para metabolizar las energías particulares que necesita del campo de energía universal (energía que también se ha llamado chi, prana u orgón). Cuando el chakra gira en sentido contrario a las agujas del reloj, la corriente fluye del centro hacia fuera, con lo que interfiere el metabolismo. Por tanto, se dice que el chakra está cerrado o bloqueado a las energías que llegan.

La mayoría de las personas tienen tres o cuatro chakras que giran en sentido contrario en un momento determinado. Como los chakras no sólo son metabolizadores de la energía, sino que también la detectan, sirven para proporcionarnos información sobre el mundo que nos rodea. Si bloqueamos algún chakra, no dejamos que entre la información. Por tanto, cuando nuestros chakras fluyen en sentido contrario a las agujas del reloj, hacemos salir nuestra energía enviándola al mundo, detectamos la energía que hemos enviado y decimos que eso es el mundo. Es lo que en psicología se llama proyección.
La realidad imaginaria que proyectamos al mundo guarda relación con la “imagen” que nos hemos formado de aquél a través de nuestras experiencias infantiles, a través de la mente del niñ@ que fuimos. Dado que cada chakra está relacionado con una función psicológica específica, lo que proyectamos a través de cada uno de ellos estará dentro del área de funcionamiento de dicho chakra y será algo muy personal, ya que la experiencia vital de cada persona es única.

La tensión del chakra la detectan los nervios del plexo relacionados con ese chakra y la transmiten a las zonas del cuerpo que están controladas por ese plexo. Cuando la tensión se mantiene durante un período de tiempo, o a un nivel de intensidad determinado, la persona crea un síntoma a nivel físico.
El síntoma habla un lenguaje que refleja la idea de que cada uno de nosotros crea su propia realidad y el significado metafórico del síntoma se hace patente cuando éste es descrito desde ese punto de vista. Por lo tanto, en lugar de decir “no puedo ver”, la persona debería describir esa sensación como una abstención de ver algo. “No puedo andar” podría significar que esa persona se abstiene de caminar para alejarse una situación en la que es infeliz y así sucesivamente.

El síntoma sirve para comunicar a la persona a través de su cuerpo lo que está ocurriendo en su conciencia. Si, al comprender el mensaje que ha enviado el síntoma, la persona cambia algo de su forma de ser, ese síntoma ya no tiene razón de existir y puede ser liberado, siempre que la persona se permita a sí misma creer que es posible. Y bueno la terapia psicocorporal preconiza esto precisamente, las relaciones psicosomáticas con la salud.

Hoy en día hay existen muchas técnicas empleadas en la sanación, pero quiero hacer especial atención al Reiki y a la Sanación Energética. Desde que Jesús el maestro apareció en la historia de la humanidad, y aun antes, se sabe que la sanación existe y que funciona con la imposición de manos y la oración como él lo ejemplificó, sin embargo, siempre dejó un claro mensaje, el amor, el amor que todo lo puede y todo lo abarca, el amor por todo lo que somos, todo lo que nos rodea, todo lo que existe, el amor incondicional, que todo lo cura. Y claro quién sino él, con ese corazón tan 5 estrellas. Su magia principal: La aceptación. Como posibilidad de todo. Que yo creo personalmente es gracia divina, que es como dicen por ahí, el inicio del romance con uno mismo para toda la vida.

¿Es una mirada de amor al otro lo que puede sanar?, ¿Es la confianza en que hay algo más grande, fuerte inexplicable y poderoso?, ¿Es la posibilidad de creer? Hay algo llamado Fe, que no todos tenemos, ni podemos sentir, sobre todo los que pecamos de un narcisismo exagerado y que tenemos que comprobar, ver, oír, probar, sentir y poder hacer para creer. Patologías van y vienen en cada ser humano, pero la humildad es una forma de sanar porque abre el corazón a la oportunidad.

Y bueno el punto es que, creo que para hacer sanación se necesita una buena dosis de humildad, confianza, en algo más grande, inexplicable, innombrable. Esos ingredientes sin duda darán una mejor intuición, sobre qué hacer, a quien acudir, porque y como pedir favor. Favor a los guías espirituales que nos ayuden, acompañen que nos echen una manita, y confiar sobre todo en el poder inmenso de Dios. Dejar el resultado en manos de una inteligencia infinita más grande que la nuestra. Y que hay mucho amor en mi corazón para poder amar a la persona que va a recibir independientemente de quién es, y quién ha sido. Y por sobre todo para mí sería importante también saber que recibo y permitirme ser ayudada, vencer mi orgullo, y creer que algo va a pasar por mí para el otro, ser canal, rayo, conducto, chance, para que llegue algo al otro, y estar bien cimentada en la tierra para saber que aun así no soy nada, que la sanación en última instancia pertenece a Dios, y cualquier persona involucrada en ella no es sino un conductor, y para ayudar a sanar y obtener poder hay que sacrificar el ego, convertirme en vaso receptor para que pueda realizar esa función. Ese es el reto mayor para mí.

Dice Albert Einstein “La cosa más hermosa que podemos experimentar es lo misterioso. Reconocer el misterio del universo es la guía de toda ciencia”. Y esto a la hora de hacer o recibir sanación es muy importante, dejarse sorprender por el silencio, por la intuición, el misterio, por la sensación de que hay algo mas conmigo, que esta para ayudarme y que mi corazón tiene que ir a donde se necesite para apoyar a quien recibe. Y creer que mis apoyos saben que más hacer, y sorprenderme con las imágenes que vienen a mí, visualizarlas como ayuda. Jugar, hacer magia –realidad. Recuerdo en este punto cuando era niña y me caía y me raspaba, imaginaba que podía abrir la zona afectada, sacar el pedazo dañado y cerrar, hasta podía ver que no había nada después de esas mis escenas imaginarias. ¡Como me divertía!, esa mezcla de inocencia, ingenuidad, es lo que conecto con esto de sanación. Pensaba que también podía abrazar de lejos a los niños que les pegaba su mamá y yo estaba cerca. Hasta creo que era místico el sentimiento de sobarles los golpes.

Como sanador se puede influir en el proceso curativo de todos los sistemas corporales empleando los chakras, tomando en cuenta lo que dice Barbara Brennan en su libro “Manos que curan”, la mayoría de las enfermedades empiezan en los cuerpos emocional y mental, los efectos de la “fuerza negativa” se transmiten hacia abajo, hacia el cuerpo físico a través de los chakras. En este contexto la palabra sanación se emplea como sinónimo de “hacer total” o “completar” y no significa “curar”. Cualquiera que sea el nivel de curación elegido, simplemente se está creando equilibrio a partir del desequilibrio original empleando los sistemas energéticos más grandes del paciente.

Es un proceso de consciencia y autoconocimiento, todo lo que necesita es fe en la propia intuición y voluntad para seguirla. Y claro un trabajo personal completo que nos haya tocado la compasión por uno mismo, la autosanacion, recordarnos que hay que respetar y cuidar de sí mismo, dice Peace Pilgrim: “Si creemos verdaderamente en el poder divino del amor, tenemos que vivir de acuerdo con él.”
En este trabajo, voy a hacer un análisis del cuarto chakra y de su importancia en la sanación.

Me gustaría mencionar que los estados de la práctica de compasión y generosidad corresponden a los siete chakras. Sin embargo, la gracia (un don espiritual) entra desde arriba y busca su camino hacia abajo, mientras que los chakras empiezan en la base y progresan hacia arriba. Los primero chakras pertenecen a los instintos de supervivencia y protección. Las inseguridades acerca de la supervivencia diaria, se enraízan en este nivel. Los otros chakras se mueven más hacia lo espiritual. Se supone que debemos ir a través de estos siete estados para poder lograr el auto-entendimiento.

El poder más grande que el ser humano puede tener es la autoestima. La gracia, intuición y poder trabajan todas estas juntas en nuestras vidas. Nuestro poder puede impactar la vida de cada persona que encontramos.

La verdad es que cada uno de nosotros está exactamente donde se supone que debe estar y que cada momento es una oportunidad para dar o recibir apoyo, no se supone que debamos vivir nuestra vida en aislamiento. Cuando una persona ofrece ayuda a otra, ambos sienten los efectos sanadores.
Para el Cuarto Chakra su palabra clave es “amor” y la verdad sagrada que Caroline Myss relaciona en el libro Anatomía del espíritu, es: “El Amor es Poder Divino”. Este centro es el asiento de la compasión, donde el ego y el espíritu se encuentran. Es un chakra mediador. Y su color verde es el resultado de la combinación del anterior que es amarillo y el que le sigue que es azul, los que tienen que ver con el poder personal y la expresión. Se dice que el verde es el color de la esperanza.

El amor es la energía clave de este chakra. A este nivel nos movemos desde lo físico hacia lo espiritual. Este chakra trata con el amor por la humanidad, mucha gente sólo es capaz de dar desde los primeros tres chakras – comida, cobijo y ayuda financiera. El corazón es la puerta de entrada a las capacidades superiores y es sanándolo como podremos ingresar a ellas.

Su nombre hindú es: ANAHATA, su localización: A la altura del esternón, en el pecho. Las partes del cuerpo que rige son: Plexo cardiaco, corazón, pericardio, pulmones, glándula timo, indirectamente las manos y brazos. Función balanceada: Amor, compasión, aceptación, y realización.
Mal funcionamiento: Físicamente puede manifestarse en, asma, presión arterial alta, problemas cardiovasculares, artritis, problemas respiratorios, ataques cardiacos, hipertensión. Psicológicamente puede manifestarse como una persona emocionalmente cerrada, pasividad, insensibilidad, depresión.

En el aspecto positivo de este chakra, tú quieres dar, en el aspecto de desbalance, tú tienes miedo de dar. Si el centro del corazón no está abierto no puedes tener compasión. Cuando este centro esta desbalanceado, das a aquellos que no lo merecen y compartes con ellos que no quieren. El cuarto Chakra es el espíritu interno que une las fuerzas de los Chakras bajos con la de los altos integrándolas y balanceando los dos reinos de la mente y el cuerpo.

El amor que experimentamos en el centro del corazón, es muy diferente al amor sexual y apasionado del segundo chakra. Nuestro amor en este chakra no se fija en una necesidad. Se supone que ya las necesidades fueron satisfechas y balanceadas dentro de los primeros Chakras. Ahora el amor en este chakra, es la aceptación gozosa de la misma radiación del amor. Tiene la cualidad yin de la receptividad. Esto quiere decir que ya no peleamos contra el amor, sino que nos movilizamos hacia la armonía. La pelea del tercer chakra se convierte en aceptación en el cuarto.

El cuarto Chakra representa más que ningún otro nuestra capacidad para “abandonarnos en las manos de Dios”. Con esta energía aceptamos nuestros problemas emocionales como parte del plan divino, cuya intención es nuestra evolución consciente. Sólo que llegar aquí indica haber vivido un intenso proceso de saneamiento emocional, de sanar al llamado “niño herido”. El niño herido que hay dentro de cada uno de nosotros contiene estructuras emocionales lesionadas ó atrofiadas de nuestra niñez, en forma de recuerdos dolorosos, actitudes negativas e imágenes personales disfuncionales. Sin darnos cuenta, podríamos continuar actuando dentro de estas estructuras cuando somos adultos, aunque con otras modalidades. Por ejemplo el miedo al abandono se convierte en celos, y el abuso sexual en sexualidad disfuncional. Todo esto puede dañar la vida afectiva, la profesional y la salud de las personas. El daño de este centro es grave, afectando a todo el sistema.

La solución es la curación emocional a través primero de la conciencia de donde está el daño, cuando y con quien se originó, saberlo, hablarlo y liberar el sentimiento asociado a todo esto, una vez que lo hemos hecho con las principales heridas emocionales, nuestro cuarto Chakra estará sano y fuerte, estaremos aptos para vivir la energía que es de Amor, perdón, compasión, dedicación, inspiración, esperanza, confianza y capacidad para sanarse a uno y sanar a otros. Por eso me parece muy importante su balance en el caso de quienes queremos ser sanadores.

Al hacer contacto con el corazón, experimentamos a Dios (o como se quiera llamarlo) dentro de cada persona. El cuarto chakra es sobre dar incondicionalmente. Algo sumamente difícil, cuando la misma educación cultural o en casa es siempre con preferencia, sobre todo me atrevo a decir en el caso de las estructuras rígidas, psicopáticos y masoquistas, que todo es a cambio de algo. Que te doy esto a cambio de que tú esto… O utiliza la comparación.

Aquí en este centro, se cumple el mandamiento bíblico, de “amar a tu prójimo como a ti mismo”. Y eso nos remite a revisar la historia de la humanidad y observar que más parece pelea con tu prójimo como contigo mismo. Citaré a la biblia no porque tenga una preferencia institucional religiosa, sino porque hay en ella mucha sabiduría en sus libros. San Mateo en 5:43, “Yo os digo amad a vuestros enemigos, porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿Híjole!, Que difícil en esta época de tantos colores políticos, esos no son arcoíris de oportunidad, hay tanta desigualdad, cansancio, desesperanza, yo creo más se ha caído en una deshumanización, de yo puedo más que tú, soy más que tú, y no importa cómo te lo voy a demostrar. ¿Cómo amar a los enemigos? Pienso en gente que le han secuestrado parientes y se rebelan ante Dios, ya no digamos a la sociedad, ¿Cómo amar a quien abusa de ti? ¿Me amo a mí mismo cuando permito tanta pendejada? Solo por miedo a la soledad, o porque es lo único que hay?

El sacramento religioso que Caroline Myss asocia es el del matrimonio y justo en este tiempo cuando una gran mayoría rompe con ese sacramento, rito, o acuerdo legal. No hay sentido en muchos casos de fidelidad, compromiso, lealtad, responsabilidad con nosotros mismos, como hacerle con un compañero “para toda la vida”. ¡No pues que alguien me explique! Sobre todo la juventud de hoy donde el amor se ha convertido pareciera mas en un concurso que en algo profundo, y sagrado como nuestra propia relación con nosotros mismos. Como si se pudiera tener intimidad con el mundo entero y no es así, más ficción que realidad, mas fingir que ser. Habría que examinar nuestra propia capacidad para la compasión desinteresada. Identificar todos los programas de egoísmo que impide extender el amor y el servicio a los demás (autentico, no mascara), Hacer una evaluación honesta. ¿Cómo puedes extender tu corazón hacia todo lo que vive, tocándolo con rayos de compasión? ¿Cómo podemos desprendernos de todos los lóbregos resentimientos y egoísmos? Dice Myss que una pregunta útil seria: ¿Soy lo suficientemente fuerte para intimar con otra persona y aun así, respetar mis necesidades emocionales? ¿Qué tengo que cambiar en mí para que otra persona me ame? No tengo nada en contra de los Mormones por ejemplo, pero se casan los ancianos con las jovencitas y solo por el orden jerárquico y el poder en la “tribu”, así también en el caso de algunos asentamientos indígenas, ¿Ahí que onda? ¿El amor? ¿Qué utopía es esa? Imagino desde el punto de vista de las constelaciones familiares, la carga energética que supone el vivir así. Y me da miedo.

El valor simbólico del matrimonio, sería comprendernos a nosotros mismos, para comprender al otro. Muchos son infieles porque no se sienten apoyados emocional, ni intelectualmente, y por eso buscan una verdadera pareja, para vibrar con ello. O el miedo hacia nosotros mismos y nuestro poder personal, que nos remite a ser infieles a nuestros verdaderos deseos. Nos hace falta crear una relación íntima sana, que sea poderosa y esté capacitada pero continúe siendo vulnerable. La Biblia dice en la carta de los corintios:

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que traslade los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si partiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres y entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

Esa considero yo es la esencia del cuarto chakra. Un amor por todo lo que soy, por todo lo que es, por lo que será. El amor tiene que ver con la verdad, con lo infinito. Y ese párrafo bíblico, también habla de la mascara.

En lo personal este chakra me pone en perspectiva, que difícil ser objetiva cuando me toca escudriñar mi vida propia, y resueno con que me hacen falta sanar duelos, curar mi corazón. Y creo firmemente que eso ha dañado la energía de mi cuarto chakra, y ahora en el último módulo fue bien claro el hecho de cuando estaba sobre la cama de sanación recibiendo, visualice una imagen de cristal que se rompe, y fue muy doloroso a nivel físico, y creo que por primera vez me percate de que huyo del dolor, que no lo soporto, que me da miedo y por eso lo salto, lo evado, lo niego. Que hacia como que me “olvido” de mis heridas, y bueno eso justo ha ocasionado el cierre, el endurecimiento en épocas que le llamo “oscurantismo” y por supuesto ocasiona el cierre a la posibilidad de llorar. En mi vida, ahora puedo ser mas compasiva sobre todo conmigo misma, y eso me da una oportunidad de abrir con mas autenticidad mi capacidad de amar que se que es enorme. Con más realidad, objetividad y valor. Ya no la mujer fuerte y dura, sino una fuerza del corazón, que no se rompe. Inagotable, inmensa. Una voz más personal. Mía. Un dar más autentico, ya no desde el 2 cualquiera dirías tú Marilenca.

También en este chakra está el PERDON, como tema grande y esa sí que es otra historia, como dicen en la tele, eso sí que es gracia divina, un acto de conciencia muy complejo, profundo y liberador. ¿Sabemos perdonar? Si algo ata el dolor a nuestra vida es justo no perdonar. Si algo nos victimiza realmente es no perdonar. Las consecuencias del perdón son milagrosas, orgasmos cósmicos. Para esto hay que aprender a vivir con gratitud, y pensar con amor. El único camino hacia la conciencia espiritual pasa por el corazón, la verdad no es negociable, sea cual sea la tradición que se elija como medio para conocer lo Divino.

El amor es el sentimiento profundo de afinidad espiritual. Es la conexión con una profunda verdad fundamental común a toda vida y que todos compartimos. Es el amor quien nos mantiene en relación. Aquí entran en juego los chakras 2 y 3, Es el fundamento de lo que somos. El nivel de conciencia del cuarto chakra percibe el mundo como una intrincada red de relaciones, consolidada por la fuerza del amor y su equilibrio. Hay que buscar el equilibrio entre el amor y la individualidad, lo que significa sacrificar un poco de ambas cosas. O sea algo muy, muy fácil, jejej.

Para mantener nuestro equilibrio nos es preciso alcanzar el entendimiento de todas nuestras partes. Y eso es algo que no se consigue por la vía intelectual, sino que proviene de una experiencia dinámica de nuestro centro, es decir del corazón, que lo organiza todo y lo equilibra orgánicamente, siempre que se le conceda la libertad para hacerlo. El aire es el elemento de este centro, y simboliza la libertad. Cuando nos aferramos demasiado a lo que amamos le causamos una sofocación, que es como privarla de aire. Masoquismo. Nosotros somos una combinación de muchas partes, y nuestra verdadera fuerza, nuestro poder, radica en la unidad y la armonía de esas partes. Solo entonces somos capaces de darnos eficazmente a los demás. Cuando esas partes se hallan sintonizadas con el centro, el corazón del organismo, también sintonizan las unas con las otras y entran en un estado natural de afinidad. Así, sanar significa volver al estado de integridad. Puesto que este chakra es el integrador y unificador, se infiere que también tenemos ahí el centro de la sanación. Y en efecto, el amor es la fuerza sanadora d-e-f-i-n-i-t-i-v-a.

La respiración es una de las llaves principales que abren este chakra. El aire es, además, el elemento que más rápidamente se distribuye por todo el cuerpo. Representando asimismo el aliento, como proceso vital para las células, ya que con cada inspiración pasa sin demora a la corriente sanguínea. Cuando nuestro chakra se halla equilibrado, nuestra mera presencia irradia amor y júbilo. Cuando llevamos una vida consciente, somos seres espirituales. Nos identificamos con esa parte de nosotros mismos en la que somos uno con el espíritu, uno con el alma.

El separatismo que ha nacido del orgullo, es el error de un intelecto sin compasión. La docta ignorancia de un saber que no sabe nada de totalidades y por ello ha perdido su integridad, surge en el contexto de una autosuficiencia donde ya no hay lugar para la humildad. Sólo entonces cuando estamos al borde de perderlo todo, la seguridad, la familia, la salud, la vida, surge en nosotros la idea de una instancia superior ante la que nos postramos. Descubrimos, a veces demasiado tarde, la necesidad de pedir ayuda. Cuando por el camino de la suficiencia hemos ascendido sin base un trecho largo, la caída es más estrepitosa. Una y otra vez, el fracaso, la caída, la enfermedad nos recuerda el sentido de nuestros propios límites. Pero sólo cuando habitamos en ese territorio delimitado por nuestra vulnerabilidad ascendemos a la auténtica seguridad: una construida sobre las bases sólidas de la humildad. Que radica principalmente en la esencia del cuarto chakra.

Una seguridad hecha de vulnerabilidad flexible y fluida como el agua, abierta y permeable como la humildad es una condición esencial para adaptarse a la vida. Y la adaptación a la vida está determinada por un nivel de inteligencia que ya no es sólo intelectual; es la inteligencia de una mente abierta a la aventura del aprendizaje, cuya actitud es la del aprendiz humilde. Recuperamos la humildad cada vez que reconocemos en todos los eventos un maestro, cada vez que antes de afirmar o negar, estamos dispuestos a aprender, cada vez que podemos ver aún en las cosas más oscuras, una evidencia de los infinitos métodos del Creador.

La humildad es el camino hacia la apertura del corazón. Si no abres el corazón no podrás abrir tu mente. Si no abres el corazón y la mente nunca podrás comprender. Y si no comprendes no podrás amar, porque es amor esa inteligencia que puede realizar la transmutación desde el fuego de la compasión.

Dicen que los milagros están en los ojos del que contempla: Así, el acto más pequeño de servicio puede parecer un milagro para la persona que lo recibe. Algunas veces dos personas se encuentran solo por pocos minutos, minutos que pueden cambiar la vida de al menos una de ellas. Así, hay muchas maneras en que uno puede fortalecer un alma: esperanza, ánimo y amabilidad, para mencionar algunas. Fortalecer o dar ánimo a otros también sirve como un acto de auto fortalecimiento.

Retomo el concepto de la Fe, es siempre activa, nunca pasiva. La Fe es la creencia puesta en acción. No se trata del pasado ni del futuro. Siempre la Fe trata sobre el momento presente. Como dijo el maestro Jesús: deja a los muertos y tú sigue con tu vida. Y como enseñaba Buda, solo existe el ahora. Nuestras dificultades y alegrías desarrollan fe en nosotros. Necesitamos aceptarnos a nosotros mismos y nuestro poder, la vida humana es sobre aprender a manejar el poder, esto involucra trabajar con nuestra energía y a quién se la damos

Los chakras son un arcoíris de oportunidad en nuestra vida, son los colores más alegres y la tendencia hacia arriba, produce transmutación. Del centro sacro al centro laríngeo, la creación física es tras¬mutada en creación artística. Del centro plexo solar al centro cardíaco, la conciencia indi¬vidual y emocional es trasmutada en conciencia grupal. De la base de la columna vertebral al centro coronario, la fuer¬za material es trasmutada en energía espiritual. De cualquiera de los cinco centros que se hallan en la columna vertebral, al centro ajna, la vida sin coordinación es tras¬mutada en integración de la personalidad. De los seis centros, relacionados entre sí, al centro más elevado de la cabeza, la actividad de la personalidad es trasmutada en vida espiritual. Así los últimos 3 chakras corresponde a las cualidades altamente desarrolladas del pensamiento, el lenguaje, la introspección y la actualización, que separan al hombre de todas las demás criaturas.

Como sanador se debe tratar de vincular alma, corazón, cerebro y manos. Así se puede derramar la fuerza vital curadora sobre el pa¬ciente. Pero creo que el amarme a mí mismo, es la puerta de la sanación personal y para ofrecer a los otros, autenticidad.

Más allá de contextos esotéricos, tradiciones religiosas y doctrinas New Age por un lado y por otro, la crítica alópata que reduce todo a un efecto placebo, muchos terapeutas holísticos, practicantes de la sanación energética, se encuentran con el hecho de legitimar su labor ante un público muchas veces incrédulo ante el ejercicio de estas técnicas. ¿Cómo se explica una Sanación Energética? El dialogo así, entre Sanador y Paciente, lleva a los dos a un estado de vinculación energética, es decir, el alineamiento entre el Sanador y el paciente permite que alcancen un estado combinado donde los dos funcionan como un Sistema Cerrado, cada uno cumpliendo una función. De allí la importancia de procesos empáticos que logren la vinculación entre los dos sujetos. La sanación se produce luego de que un sujeto, en este caso el Sanador, que se supone tiene la condición más organizada y constante de energía compensa la del paciente, el cual vive un desequilibrio energético originado por los conflictos que vive o el desbalance orgánico que padece. Importante aquí: Objetividad y recordar que soy canal, que trabajo con el favor de Dios y tener presente la autenticidad de lo que soy, y de mis sentimientos.

Que una persona que se dedique o realice sanaciones sólo es una facilitadora de dicha “sanación”. Realmente está facilitando la vuelta al equilibrio a su cliente (Como estoy en amor y servicio, y lo que ofrezco es un servicio, prefiero decir cliente que no paciente, ya que al paciente en nuestra sociedad se le relaciona con la enfermedad).

Ahora se emplea mucho la expresión de “sólo tú te puedes sanar a ti mismo”, preconizado por Lois L. Hay. Pero la verdad es que lo que todos debemos recordar es que somos seres perfectos. Que somos seres de luz experimentando la vida humana, y que lo hacemos para disfrutar y no para sufrir. Pero volviendo al acto de la sanación, cuando un sanador se dispone a realizarla, se está produciendo una ecuación entre el espíritu, el ser al que está ayudando y el propio sanador. El sanador conecta con la vibración energética del espíritu, que se activa en él mismo por resonancia y facilita que su cliente pueda despertar en sí mismo la misma vibración. De esta forma, puede reconocerse a sí mismo como la perfecta manifestación del espíritu en la Tierra que es, y alcanzar el equilibrio que lo puede llevar hacia una “sanación” espontánea. Realmente para conectar con la vibración energética del espíritu, no necesitamos mirar hacia arriba, sino más hacia adentro. Mirar hacia nuestro centro del corazón, ya que es en nuestro centro corazón donde se encuentra nuestra resonancia original. Que es la resonancia original del espíritu. La resonancia original de quien eres tú, y de quien soy yo.

Los chakras y su importancia en la sanación me recuerdan que estos centros energéticos son un arcoíris de oportunidad que a través de la vibración de cada color específico nos permiten experimentar:

Chakra 1: LA CONFIANZA
Confiar en mi encarnación y arraigarme con la madre tierra que siempre me sostiene, descubrir las áreas de la vida donde desconfí¬o, áreas donde estoy en contacto con la vida y áreas donde es doloroso estar presente.

Chakra 2: LA AUTOACEPTACIÓN
El amor hacia a mí y la expresión de la energí¬a vital de creación. Cómo expresar la creatividad en la vida, cuál es mi relación con la sexualidad y mi capacidad de crear relaciones íntimas y satisfactorias.

Chakra 3: EL PODER
Recuperar mi poder personal. Cómo puedo estar en mi poder y a la vez seguir vulnerable y sensible. Descubrir el placer que produce el conocimiento íntimo del lugar único que ocupo en el Universo.

Chakra 4: EL AMOR INCONDICIONAL
Transformar las emociones negativas que se almacenan en mi corazón: la ira, la impaciencia, el resentimiento. Liberarme y perdonarme, p-e-r-d-o-n-a-r. Nos enseña lo importante que es: Vivir con un corazón abierto y permitir que la gracia divina se manifieste a través de mí.

Chakra 5: LA ABUNDANCIA
Me enseña a: Encontrar el equilibrio entre mi dar y recibir. A manifestar mi expresión única en el Universo. ¿Cuál es mi lugar en el mundo? ¿He encontrado mi nicho, mi vocación?,

Chakra 6: LAEXPANSION
La posibilidad de: Abrirme a tener visiones y practicar la capacidad de imaginación para que se puedan realizar mis sueños en el mundo físico.

Chakra 7: LA ESENCIA
Me permite: Crear una conexión directa con la sabiduría divina dentro de mí. Entrar a un estado de unión con el todo, experimentar el cielo en la tierra. Conectarme con lo infinito y eterno dentro de lo pasajero en espacio y tiempo. Ir más allá del mundo físico y experimentar el estado de plenitud.

Así la sanación es posible. Con el amor en las manos desde mi corazón. Recordar que todos estamos en este mundo porque somos únicos, y como tal tenemos, no solo un potencial especial, único y personal, sino también una misión. Si no nos llevamos a cabo desde este punto de vista, sencillamente no estamos “siendo”, no estamos desarrollando nuestra vida en consecuencia con nuestra verdadera identidad. Esto nos llevaría no sólo a dejar vacante un lugar y una misión, sino a vivir una vida que no es la nuestra, una identidad en la que jamás podremos triunfar ni tampoco colaboraremos con el triunfo del universo al no aportar nada a favor de nuestra misión. Al vivir una vida que no es la nuestra, sólo encontraremos carencias, problemas, enfermedad, situaciones conflictivas, etc. Preguntándonos dónde nos llevan todas estas situaciones podemos empezar a identificar qué deberíamos realizar para movernos hacia el lugar que nos pertenece, hacia la identidad que somos. En ese lugar es donde nos podremos desarrollar no sólo con fluidez, sino con el apoyo del universo, logrando de este modo la salud tanto física como emocional y psicológica, y la plenitud. Además de saber que estamos siendo quienes realmente “somos”.

En esto reafirmo mi sentido de ser, mi necesidad de creer, abro mi corazón, mente, fe, a las posibilidades divinas que existen en el universo, confío en que la humanidad es capaz de demostrarse a sí misma que es Dios. No desde la vanagloria y la vanidad, no desde el dominio de poder económico, ni político, ni desde la manipulación, sino desde saber que soy imagen y semejanza de él, y por ello soy capaz de ser divino. De crear y ser belleza. De poner en práctica el amor verdadero por todo lo que es. De honrar la vida.

Bibliografía
Bailey Alice, La curación esotérica
Brennan Bárbara, Manos que curan,
Brennan Bárbara, Hágase la luz.
Cross Jhon, Sanación Energética a través del sistema de los chakras
Shapiro Debbie, Cuerpo – mente la conexión curativa
Osho, Equilibrio Cuerpo – mente
Leadbeater C.W , Los chakras
Myss Caroline, Anatomía del espíritu
Myss Caroline, La medicina de la energía
La Biblia
• Mateo 5:43,19:19,22:39
• Marcos 12:31
• Lucas 10:27
• Romanos 13:9
• Eclesiastés 1:17
• Proverbios 18:7
• Corintios 13: 1-7

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