Sabemos que el miedo es la energía opuesta al amor, y que cuando uno esta llenandonos, el otro dificilmente se siente. Sabemos que lo que nos hace sentir separados y enfermos es el miedo. Desde la psicoterapia humanista sabemos que la aceptación positiva incondicional es la base de un proceso curativo y de la confianza profunda. Nos parece pertinente poner este poema de bienvenida y aceptación al miedo ahora que mucha gente siente miedo e incertidumbre al empezar un nuevo año.
(Peach square by TonyPrower)
Sé gentil con el miedo.
Es hijo de lo desconocido.
Ha viajado años luz para encontrarse contigo.
No tengas miedo de sentirlo plenamente.
No te hará daño.
Permite que se acerque un poco más, permite que te atraviese, si es necesario.
Siente su vitalidad, su ardiente corazón, su agitación y sus escalofríos en el cuerpo.
Hasta que no haya división entre ‘yo’ y el ‘miedo’.
Hasta que ya no puedas llamarlo ‘miedo’ en absoluto.
Hasta que sólo quede la vida, cruda e inmediata, indescriptible y benevolente.
El miedo es romperse en lo desconocido,
la ruptura de cualquier certeza.
Es forjar un nuevo camino hacia la inmensidad de la noche.
Es la emoción de estar vivo.
El miedo nos recuerda
Que vivimos en el borde del misterio.
Que bebemos de la fuente de todas las posibilidades.
Que nuestro ser es inconmensurable.
Que sólo lo falso puede morir.
No alejes al miedo, ni lo etiquetes como algo ‘negativo’ o ‘no espiritual’.
No pretendas que no está allí.
No te apresures a eliminarlo, o transformarlo, o incluso a sanarlo.
No es un enemigo, ni un error.
Posee una gran inteligencia y poder sanador.
Es ancestral y sabio.
Inclínate ante él.
Deja que el miedo sea miedo, plenamente.
Pero no le temas.
Deja que el cuerpo tiemble, deja que la tierra tiemble.
Y advierte que estás presente.
Y abriéndote, y abriéndote.
Deja que el miedo, tan mal interpretado,
Venga a descansar en tu inmenso corazón.
De pie en el umbral,
Das esos primeros pasos hacia el vacío.
Estás temblando, ¡pero estás condenadamente vivo!
– Jeff Foster
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