Mtra. Petra Queitsch Reinert
Dentro de la práctica de la Psicoterapia Humanista Corporal el trabajo con la Respiración Holotrópica toma un lugar muy importante. A través de sus técnicas de respiración específicas, el movimiento corporal, la música y el sonido la respiración holotrópica permite explorar no solamente el subconsciente individual de la persona que está respirando sino le posibilita trascender los límites de su individualidad y conectar con el mundo transpersonal.
El propósito de este artículo es dar a conocer el trabajo del psiquiatra checo St. Grof, uno de los fundadores más importantes de la Psicología Transpersonal, con referencia a la Respiración Holotrópica, forma única y compleja para llegar a estados ampliados de consciencia. Grof dedica toda su carrera profesional de más de treinta años al estudio de los estados transpersonales de sus pacientes. Estos estados de consciencia ampliada las llama estados holotrópicos lo que significa literalmente “orientado hacia la totalidad” o “dirigirse hacia la totalidad”, del griego holos = todo y trepein = dirigirse hacia. (Grof,2011)
Desde los tiempos más remotos los seres humanos buscaban formas para conectarse con estados alterados de consciencia con el fin de conectarse con el mundo no cotidiano. En todas las culturas encontramos música de tambores, cantos, bailes rítmicos, rituales chamánicos y también la ingesta de plantas alucinógenas, hongos etc. México mismo es un país con grandes tradiciones chamánicas en donde muchos jóvenes buscan las ceremonias con hongos o ayahuasca para tener experiencias de estados ampliados de consciencia. También desde la antigüedad los buscadores utilizaban diferentes técnicas de respiración para entrar en estados transpersonales.
Stanislav Grof realizaba cientos de sesiones con sus pacientes para inducirlos en estados alterados de consciencia utilizando el LSD, una droga psicodélica. Cuando las autoridades estadounidenses prohíben el uso del LSD, Grof busca otras opciones para seguir con sus experimentaciones sobre la consciencia humana. Sobre todo, explora la tradición del yoga hindú y sus milenarias técnicas de respiración, y se da cuenta que estás técnicas logran diferentes objetivos como por ejemplo el de producir estados ampliados de consciencia al cambiar el ritmo respiratorio natural.
¿Cuál es el ritmo natural de respiración? Un ciclo respiratorio normal consta de 4 partes. La inhalación, una pausa después de la inhalación, la exhalación, y una pausa después de la exhalación. Cada una de estas cuatro fases tiene una función específica a nivel corporal- fisiológico y bioenergético. (Bailey, 2017)
Cuando se rompe este ritmo aumenta o disminuye el flujo de oxígeno al cerebro, cambian las ondas cerebrales y se induce un estado “alterado” de consciencia que en este contexto preferimos llamar estado de “conciencia ampliada” porque esto es lo que se busca a través de la Respiración Holotrópica. Grof llama este estado “Consciencia holotrópica” consciencia que permite llegar al Ser.
Enfatiza en que los estados holotrópicos no son patológicos o anormales y que tienen un gran potencial curativo, transformador e incluso evolutivo. Dice Grof que también poseen un valioso potencial heurístico y que trabajar con ellos proporciona nuevas y revolucionarias intuiciones en relación a la naturaleza de la conciencia, la psique humana en la salud y la enfermedad y sobre algunas de las preguntas metafísicas y filosóficas más profundas. (Grof S. , 2011)
Sobre los estados holotrópicos cito a Grof:
“El ámbito de los estados holotrópicos y las experiencias místicas no es irracional y anormal, es transracional y en cierto modo supranormal. Incluye y trasciende lo racional.” (op.cit., pág. 66)
Veamos ahora en qué consiste la Respiración Holotrópica de Grof, ya que no solo se trata de respirar de una forma específica, sino tenemos otros componentes muy importantes que aportan a experiencias muy profundas de transformación de la persona que respira.
Las partes de la respiración holotrópica, según Stanislav Grof, son:
Antes de explicar a cada uno de los elementos de la respiración holotrópica es importante hablar brevemente sobre la preparación que requieren los participantes de la práctica, ya que se trata de un trabajo experiencial en el que buscamos contactar con estados holotrópicos, algo que sucede fuera de la mente. Es más, es indispensable que la persona participante en esta experiencia se desconecte intencionalmente de su mente, algo difícil en una sociedad donde la razón y el pensamiento materialista son prioridad de vida.
Grof invita en este contexto a “abandonar todo programa para la sesión: lo que nos gustaría experimentar, en qué temas debemos trabajar y que zonas queremos eludir”. (op.cit. pág. 66)
Grof subraya la importancia de estar en el momento presente, de centrarse en las emociones y las sensaciones físicas y de eludir el análisis intelectual. Enfatiza que la mente es el “peor enemigo” en este proceso y añade:
“Si nos entregamos al proceso el estado holotrópico automáticamente lleva a la superficie contenidos inconscientes asociados con una carga emocional fuerte que están dispuestos a ser elaborados y determinará el orden en el que aforan.” (op.cit.,pág. 67)
En este momento mencionamos la importancia de una ficha médica que deben llenar los participantes antes de iniciar la sesión ya que existen algunas contraindicaciones como son graves trastornos cardiovasculares. la presión arterial alta no controlada, aneurismas, infartos cerebrales, miocarditis, fibrilación arterial y ataques al corazón y los trastornos convulsivos. No deben participar personas con enfermedades contagiosas como gripa, influencia etc., con operaciones recientes y heridas abiertas. Hay que revisar si hay un historial psiquiátrico y que medicamentos está tomando la persona para controlar los síntomas y para prevenir un brote psicótico. Está contraindicada la respiración holotrópica en esquizofrenia paranoide y trastorno bipolar grave.
En caso de desprendimiento de la retina y Glaucoma la persona puede respirar pero no debe realizar movimientos corporales fuertes y bruscos.
La participación de mujeres embarazadas, Grof si la permite pero advierte el peligro de abortar el bebé ya que puede involucrarse fuertemente la musculatura del útero cuando la persona contacta con sus experiencias intrauterinas.
Por la misma situación la autora de este artículo no recomienda la respiración holotrópica en mujeres embarazadas. Existen otras técnicas como la respiración conectada de Leonard Orr o la respiración Fibonacci de Bavcevic que les pueden servir a las mujeres embarazadas sin ser un peligro para la madre y su bebé.
Lo que Grof le propone a la persona respirante es respirar más rápidamente y de un modo más eficaz que el habitual con una concentración plena en el proceso interno. Él propone que en lugar de subrayar una técnica específica de respiración que la persona que respira confíe en la sabiduría intrínseca del cuerpo y siga las pistas internas. En la respiración holotrópica, se alienta a la gente a que inicie la sesión con una respiración más rápida y más profunda, ligando la inhalación y la exhalación en un ciclo de respiración continuo. Una vez en marcha, la persona descubre su propio ritmo y modo de respiración. (Grof 2011)
Grof específica sobre la forma de respirar en sus sesiones:
“No damos instrucciones específicas sobre el modo en que debe ser la respiración durante la sesión…. Tras un periodo de respiración más rápida, cuando los pacientes entran en un estado de consciencia holotrópica, los animamos a dejar que su respiración sea guiada por la inteligencia sanadora interior y desarrollen su propio estilo de trabajar con la respiración.” (op.cit.pág.241)
Es muy importante esta última parte, poco a poco, y de manera diferente en cada persona que está en el proceso de la respiración se establece un ritmo específico de respiración , esto simplemente sucede porque el respirante conecta con la parte más profunda de su ser, con esta “inteligencia sanadora interior” que menciona Grof. El autor tampoco especifica si se debe respirar por la nariz o por la boca, incluso esto puede cambiar durante la sesión de respiración holotrópica.
La música es, sin duda una parte muy importante en la práctica de la respiración holotrópica, ayuda de manera significativa a llegar al estado de consciencia amplificada o “holotrópica”. La calidad de la sesión de respiración depende en gran medida de la capacidad del terapeuta de escoger la música correcta para cada fase del proceso de la sesión de respiración holotrópica.
Stanislav Grof lo afirma:
“La capacidad del líder del taller de elegir la música adecuada determina a menudo si la sesión es profundamente significativa o incluso una experiencia vitalmente transformadora o una frustrante pérdida de tiempo.” (Grof, 2011, pág.45)
Durante las sesiones la música moviliza las emociones asociadas con los recuerdos reprimidos, los lleva a la superficie y facilita su expresión. Ayuda a abrir la puerta al inconsciente, intensifica y hace más hondo el proceso de sanación y proporciona un contexto significativo para la experiencia. El fluir continuo de la música crea una ola conductora que ayuda al individuo a pasar por las experiencias e impasses difíciles, a superar las defensas psicológicas, a entregarse y a soltar.
Además la música encubre el ruido producido por los participantes, ya que se les invita a dejarse fluir y a expresarse. A veces el ruido en las sesiones grupales es intenso, pueden darse diferentes ruidos como gritos, risas, balbuceo, ruidos de animales, cantos chamánicos o hablar en diferentes idiomas.
¿Cómo y qué piezas musicales hay que escoger? Para poder contestar esta pregunta Grof propone observar lo que sucede en una sesión de respiración holotrópica sin música: la experiencia sigue una trayectoria natural que se parece a la curva de un orgasmo; la intensidad de las emociones y las sensaciones físicas alcanza un punto culminante y luego remiten, incluso si la persona sigue respirando rápido. Esto proporciona los principios que guían la selección de la música para las sesiones. (Grof, 2011, pág.42)
Así la sesión inicia con música activadora, que es dinámica, que fluye y es emocionalmente alentadora y tranquilizadora. En esta fase inicial la música proporciona confianza en el proceso de la respiración. A medida que la sesión prosigue, la música aumenta paulatinamente en intensidad y se vuelve cada vez más rítmica. Se pueden utilizar piezas de músicos contemporáneos, composiciones clásicas poco conocidas y grabaciones de música étnica, ritual y espiritual de distintas culturas del mundo. En la medida en que la sesión avanza la música se vuelve cada vez más rítmica, sube de volumen hasta llegar al punto culminante de la experiencia donde Grof propone poner música “cumbre” o “rompedora” como pueden ser desde música sacra, misas, oratorios o réquiems, danzas sufíes o piezas orquestales poderosas o fragmentos de música de películas dramáticas.
Una vez pasados los momentos más dramáticos de la sesión, cuando la curva de la experiencia está en su punto máximo, la música se va calmando poco a poco, el ritmo baja, y se introducen piezas más suaves e emocionalmente conmovedoras, Grof las llama “música del corazón”. Finalmente, para cerrar la experiencia la música se vuelve suave, fluida, serena, meditativa y permite que el proceso de respiración se vaya cerrando. Automáticamente la respiración se va a lentificar hasta que el participante retome su respiración normal. Una sesión de respiración holotrópica dura en promedio entre una hora y hora y media.
Aunque Grof recomienda crear la música en el mismo instante de la sesión de respiración con el fin de observar a los participantes y adaptar la música de acuerdo con sus necesidades en cada momento, esto para las sesiones grupales ha sido muy poco práctico, así que el organizador de la sesión llega ya con la selección de las piezas preparadas.
Las sesiones de respiración holotrópica se pueden realizar de dos formas, en sesiones individuales o en sesiones grupales. En lo general se desarrollan las sesiones grupales por sus muchas ventajas que tienen en comparación con el trabajo individual. En los grupos de respiración los participantes llevan a cabo el grueso del trabajo interior. Enfatiza Stanislav Grof:
“Compartir un estado holotrópico de consciencia con algunas personas en una sala grande, escuchando música poderosa combinada con los sonidos de otros participantes genera un campo experiencial muy intenso. La atmósfera que se establece hace más fácil a los respiradores soltar sus defensas psicológicas habituales y les permite que el material de su inconsciente aflore y encuentre una expresión física y emocional.” (Grof, 2011, pág.57)
Las sesiones grupales de respiración holotrópica se realizan en parejas.
Una persona está acostada en el piso respirando, sus ojos están tapados para que no se distraiga con las imágenes externos y pueda tener una experiencia muy profunda.
A su lado está sentado la persona cuya función es la de acompañar y, sobre todo, de cuidar. Esto es muy necesario porque la persona que está respirando con los ojos vendados está muy vulnerable. El cuidador le invita a respirar de forma rápida, conectando la inhalación con la exhalación. No siempre le es fácil al respirador sostener un ritmo respiratorio como este, y se cansa. Entonces el acompañante le anima a seguir respirando para mantener el proceso iniciado. La presencia plena, atenta y amorosa de cuidador durante toda la sesión es indispensable para que se pueda llevar a cabo de manera exitosa para la persona que respira.
Después de un tiempo de haber iniciado la sesión de respiración el respirante puede sentir la necesidad de expresarse de manera espontánea, el acompañante observa e lo invita a seguir sus impulsos y moverse durante el proceso de la sesión. Así el respirador puede querer sentarse o ponerse de pie, puede necesitar golpear y gritar descargando emociones muy fuertes, o puede sentirse inspirado a moverse suavemente y bailar. Recordemos que la persona que respira trae los ojos vendados.
Para protegerla de lastimarse en un inicio el acompañante coloca cojines alrededor del respirante que puede acercar o retirarlos según necesidad. Cuando el respirador se levanta y se mueve en el espacio hay que cuidarlo de no golpearse en la pared o una columna y de no chocar con otra persona que está respirando y moviéndose.
En ocasiones durante la sesión el respirador entra en estados regresivos a la temprana infancia o incluso a la vida intrauterina. Durante estos estados se requiere de un apoyo emocional de contacto físico por parte del acompañante, esta intervención pude ser cubrir al respirador con una cobija, tocarle suavemente el brazo o la cabeza o tomarle la mano para deshacer su soledad. Sobre el contacto físico de apoyo Grof aclara que debe utilizarse exclusivamente para satisfacer las necesidades del respirador y no las de los acompañantes o facilitadores.
Además, en una sesión grupal, como la manejamos en el Instituto INTEGRA siempre están presentes dos maestros asistentes para brindar apoyo adicional. Así se crea un ambiente muy seguro para el respirante.
Otro elemento crucial para Grof para llegar al estado holotrópico a través de la sesión de respiración es el trabajo corporal. Se le invita al respirador a hacerle caso al cuerpo y permitir los impulsos del cuerpo para moverse y expresarse de diferentes maneras. Durante la respiración aumenta el aporte de oxígeno al cerebro y se manifiestan bloqueos energéticos en diferentes partes del cuerpo. Esto sucede, sobre todo, al inicio de la sesión y puede producir nerviosismo, miedo y ansiedad en la persona que respira. Sobre este aspecto de la respiración holotrópica expone Grof:
“Las manifestaciones fisiológicas de la respiración holotrópica varían de una persona a otra. En un principio en algunos representantes podemos observar que la respiración rápida produce el “síndrome de hiperventilación”, un patrón estereotipado de respuestas fisiológicas que básicamente consisten en tensiones en las manos y los pies (espasmos carpopedales).” (op.cit., pág. 45)
También puede haber otros síntomas como el adormecimiento de la cara u otras partes del cuerpo, puede haber la sensación de un frío gélido o calor intenso. Es importante que la persona acompañante motive al respirador a que siga respirando haciéndole caso a sus necesidades de moverse para descargar la energía bloqueada y acumulada durante tantos años. Sobre las manifestaciones en las diferentes partes del cuerpo explica Grof, que no se trata de simples reacciones fisiológicas a la hiperventilación, sino que estas
“Poseen una estructura psicosomática compleja, y generalmente, un significado psicológico concreto para el individuo implicado.” (op.cit. pág. 46)
Cuando la persona hace caso a sus impulsos naturales el cuerpo se mueve de manera espontánea, las piernas empiezan a empujar, a golpear, a correr, las manos quieren agarrar, empujar o golpear, la boca se abre y quiere gritar, llorar, balbucear. Si se permiten estos impulsos, la persona que respira se libera y los síntomas tan molestos desaparecen y dan lugar a una relajación muy profunda.
Reafirma Grof que, en sesiones holotrópicas repetidas, el proceso de intensificación de las tensiones y la consiguiente relajación tienden a trasladarse de una parte del cuerpo a otra. La cantidad general de tensiones musculares y de emociones intensas asociadas con ellas decrece con el número de sesiones.
Lo dicho por Grof lo pude comprobar personalmente en repetidas sesiones de respiración holotrópica. Siempre al inicio de la sesión se manifestaban sensaciones raras, calambres, parestesias, sensación de adormecimiento en diferentes partes de mi cuerpo. Después de varias sesiones de respiración ya las conocía y sabía que si seguía respirando iban a desaparecer. Les perdí el miedo, y una vez atravesados estos momentos difíciles y confiando en el proceso, en mi última sesión de respiración desaparecieron por completo.
Después inició un flujo grande de la energía vital, dentro de todo mi cuerpo sentía un orgasmo generalizado que me recorría en ondas vibratorias desde los genitales hacia todas las partes del cuerpo, llenándome de alegría y bienestar y de la sensación de estar conectada directamente con la Fuente Divina. Lo que experimenté, fue en las palabras de Abraham Maslow, una “experiencia cumbre”, una experiencia transformadora de todo mi Ser. Grof la habría llamado “experiencia holotrópica”.
Para una sanación profunda de nuestras heridas y traumas y para poder tener acceso al mundo fascinante de lo transpersonal hacen falta muchas sesiones de respiraciones holotrópicas, no solamente una.
Grof, en su libro sobre “Respiración Holotrópica: un nuevo enfoque a la autoexploración y la terapia”, publicado en 2011 estudia, de manera detallada, el “síndrome de hiperventilación” como lo llaman los médicos alópatas para llegar finalmente a la conclusión que las sensaciones experimentadas por los respiradores responden a la manifestación los bloqueos psicoemocionales que se manifiestan en el cuerpo. Con las recomendaciones dadas anteriormente, estos se atraviesan y se disuelven de manera exitosa para el respirador.
El apoyo del acompañante que anima al respirador a seguir los movimientos que necesita hacer, a sentir lo que siente y a seguir respirando a pesar de las molestias físicas y emocionales que siente, es muy importante.
El punto final para la integración de material que surgió en la sesión de respiración es una sesión artística en la que los participantes dibujan un mándala. El dibujo del mándala y el posterior compartir de la experiencia holotrópica con los demás participantes constituye la parte final y culminante de la experiencia. Yo recuerdo la emoción al compartir mi experiencia con los demás y al ver sus trabajos y escuchar sus relatos.
Durante las sesiones de respiración los canales sensoriales de los participantes se abren, “las puertas de la percepción” se limpian. La experiencia de los colores, sonidos, sabores y los olores se ve muy aumentada y enriquecida.
Nuevamente Grof enfatiza en la importancia del trabajo en grupo, que ofrece su comprensión, compasión y un caluroso apoyo emocional.
“Experiencias embarazosas- material sensible que el respirador considera ética o estéticamente censurable como emociones, fantasías de tendencias violentas, imaginaria violenta o sexual se pueden compartir en el grupo y se aporta un gran alivio al hacernos conocer que se trata de aspectos de la naturaleza humana, que “la carne es débil” y que todos estamos en el mismo barco. (op.cit.pág.59)
La experiencia del grupo se amplifica. Se desarrolla un ambiente muy especial en el que todos los participantes del grupo desarrollan un vínculo significativo, un sentido de pertenencia.
Al terminar la sesión de respiración al respirador se le entrega una hoja de papel blanco grande y lápices o plumines de color. Se le invita a sentarse y a meditar sobre su experiencia, todo esto en silencio. Es muy importante no hablar, la persona acaba de pasar por momentos muy significativos, y con frecuencia, todo lo experimentado no tiene expresión con las palabras.
Por ello Grof propone el trabajo de expresión e integración de las experiencias vividas a través del mándala. El dibujo de un mándala permite plasmar una experiencia sin pasarla por la lente de la mente, solamente es dibujar, sentir y volver a dibujar, lo que salga. Durante el tiempo del dibujo de los mándalas todos los participantes guardan silencio, el cuidador sigue a un lado de su respirador, sigue acompañando con su presencia. Es un tiempo de reflexión meditativa, de elaborar e integrar la experiencia con frecuencia extraordinaria de la sesión de respiración.
Los mándalas que salen en los grupos son muy expresivas, llenas de colores, formas, vibraciones. En varios de sus libros Grof publica fotografías de los mándalas de los participantes en sus sesiones de respiración, las más bellas las encontramos en “Respiración Holotrópica” (2011).
Una vez que todos los participantes del grupo hayan terminado el dibujo de sus mándalas se hace un proceso de integración verbal. Cada participante, si lo desea, muestra su dibujo y habla de su experiencia, la comparte con los demás. En este proceso del compartir el mismo grupo, los acompañantes y los maestros presentes pueden brindar apoyo emocional y contacto físico de contención si fuese necesario. La presencia del grupo y el vínculo creado entre los participantes que ya mencioné anteriormente son fundamentales en el proceso de integración de las experiencias holotrópicas. Estas experiencias pueden ser un parteaguas en la vida de la persona, pueden cambiar su vida de forma positiva y definitiva.
Al terminar este artículo sobre a respiración holotrópica invito al lector a que busque un grupo para tener personalmente la experiencia de la respiración holotrópica y del mismo proceso de desarrollo personal que se puede desencadenar a partir de su práctica.
*Mtra. Petra Queitsch
Psicoterapeuta Humanista Corporal, egresada del Instituto de Psicoterapia Humanista Corporal, INTEGRA.
Maestra titular en el Instituto INTEGRA; Formación en Biodinámica; Certificación en Constelaciones Familiares, Instituto SOWELU; Certificación en Descodificación Biológica, Instituto Ángeles Wolder, Barcelona,
Certificada como instructora de Kundalini Yoga por Kundalini Research Institute y Naam Yoga por Internacional Naam Association
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